Blog de la profesora del IESE Nuria Chinchilla.-En una semana en la que se conmemora el 8 de marzo, día Internacional de la mujer trabajadora y se recuerdan los tímidos avances de las mujeres en los Consejos de Administración, (ver post “¿Cuotas qué cuotas?”), según un informe interno de Yahoo asumido por Marisa Mayer, la nueva CEO de Yahoo procedente de Google, los empleados tienen hasta Junio para dejar de trabajar desde casa, o pueden ser despedidos.
Los argumentos para proceder a esta decisión serían la unidad de la compañía, (“necesitamos ser un solo Yahoo y esto empieza por estar juntos físicamente”), la rapidez y la calidad innovadora de las decisiones (“algunas de las mejores decisiones se toman en los pasillos y la cafetería”), así como incrementar el compañerismo y la energía.
Esta noticia ha sido un revuelo mediático que ha topado con los defensores de la flexibilidad laboral y los protectores del equilibrio trabajo-familia, pues muchos de los trabajadores tienen hijos pequeños o familiares dependientes. La revista Forbes lo ha calificado de “fallo épico” por varias razones: creará empleados mediocres (los mejores empleados de Yahoo ya están desmoralizados y buscarán otros empleos), se elevarán también los costes fijos de la empresa (edificios, mobiliario, energía) y más tráfico y contaminación debido a los traslados aumento del estrés y descenso de la productividad. Según nuestras investigaciones del IFREI a nivel mundial, los que trabajan desde casa tienen menos intención de dejar la empresa, sufren menos estrés y son bastante más productivos (hasta 19 puntos más en entornos flexibles frente a los entornos rígidos en la misma empresa), ya que pueden integrar las distintas facetas de su vida y no pierden tiempo y dinero en traslados a la empresa.
Las asociaciones de mujeres están decepcionadas con Mayer. Pensaban que al ser mujer y haber gozado de tele-trabajo post maternal, sería más comprensiva con su realidad. Precisamente son estas limitaciones de tipo organizativo, como la prohibición de tele-trabajar las que impiden que más mujeres lleguen a puestos de dirección (ver post sobre “Techo de cemento o techo de cristal”).
Algunos empleados de Yahoo han apoyado a Mayer porque piensan que muchos colegas han abusado del sistema ya que nunca están disponibles, gastan mucho tiempo en proyectos fuera de Yahoo y no hacen su trabajo. Richard Branson, CEO de Virgin , objeta a esto que la comunicación regular por parte de los directivos, así como el equilibrio casa-oficina es clave para evitar abusos de los trabajadores y no sería necesario tomar medidas tan drásticas como la prohibición del trabajo desde casa.
Como bien sabemos, no sólo hay que ir hacia un cambio de paradigma por objetivos sino que también hay que saber dirigirlo. Muchos dicen que se “dirige por objetivos” pero no es así. Sólo pagan por objetivos, pero siguen dirigiendo por horas de presencia (“presentismo”).
La tendencia a trabajar desde casa va en aumento debido a las nuevas tecnologías y es la revolución laboral del siglo XXI: según la confederación de la Industria británica (CBI) el 59% de empresas ofrecían algún tipo de tele-trabajo en 2011, frente al 13 % de las mismas empresas en 2006. Hay muchísimos ejemplos de empresas flexibles que están aumentando la productividad permitiendo el trabajo desde casa.
Con la rigidez de esta decisión, sin duda Yahoo está dando un paso al siglo XIX… Esperemos que ésta sea una práctica aislada y sirva para seguir descubriendo y reafirmando los beneficios del tele-trabajo, la flexibilidad en el tiempo y en el espacio.