Para hoy a las 15.00 horas está prevista la sesión en el Parlamento Europeo en la que se decidirá la idoneidad del candidato maltés Tonio Borg para la Comisaría de Salud y Consumo de la UE. Una votación que viene precedida de una formidable polémica internacional, provocada por la agresión determinados lobbys radicales –financiados por la propia UE– que han querido imponer el veto al político maltés exclusivamente por su convicciones morales y religiosas. El verdadero respeto a uno de los valores incuestionables de Europa –la libertad de conciencia– nuevamente se pone a prueba.
Tal y como ha informado en una extensa y bien documentada nota la Federación de Asociaciones Familiares Católicas de Europa (FAFCE), cuya Secretaria General es María Hildingsson, tras la dimisión del anterior Comisisario de Salud y Consumo John Dalli, corresponde a Malta la propuesta de un nuevo Comisario para su nombramiento por el Parlamento Europeo. Para ello, la asamblea previamente a la designación lleva a cabo el denominado hearing (una audiencia pública).
El candidato designado por el Gobierno de malta es Tonio Borgi, actualmente Viceprimerministro y Ministro de Asuntos Exteriores de Malta, gobernada por el Partido Nacionalista, de tendencia democristiana y adscrito al Grupo del Partido Popular Europeo.
A la vista de esta propuesta, los lobbys extremistas Federación Humanista Europea, la Asociación Internacional de Lesbianas y Gays (ILGA) y la Federación Internacional de Planificación Familiar (IPPF) han tratado de forzar el veto de Tonio Borg a través de una nota publicada el 28 de octubre. En ella tratan de inducir a error a quienes deben tomar la decisión para lo cual se basan en sus peculiares interpretaciones de las opiniones personales del candidato, su compromiso político en su propia nación y el propio sistema jurídico de la Unión Europea. En concreto, consideran que las convicciones de Borg sobre el matrimonio, la familia y el aborto condicionan la neutralidad que le va a ser requerida como Comisario europeo.
La pretensión de estos lobbys representa, evidentemente, una agresión frontal a derechos fundamentales, tales como la libertad de expresión o la libertad de conciencia, que, según estos intolerantes, no serían de aplicación a un Comisario europeo. Debe señalarse además, como destaca la mencionada nota de la FAPCE, que precisamente las cuestiones a las que afectan las señalas convicciones de Borg ni tan siquiera son competencia de la Unión.
No es la primera vez que una situación de este tipo se produce en Europa. Debe recordarse aquí el lamentable acoso al que fue sometido en 2004 el político católico italiano Rocco Buttiglione, cuya candidatura a Comisario de Justicia, Libertades y Seguridad fue finalmente retirada por el Gobierno italiano como consecuencia de la presión de los lobbys gays y laicistas. En España, el Grupo PRISA y otros medios de comunicación han tratado recientemente de realizar una operación similar a propósito del nombramiento del magistrado del Tribunal Constitucional Andrés Ollero.
Finalmente, cabe felicitarse por la ola de reacciones que la agresión a la libertad de conciencia de Tonio Borg ha suscitado en todo el mundo. En nuestra nación, HazteOir lanzó ayer un alerta cívica para que los españoles podamos dirigirnos al Presidente del Parlamento Europeo pidiéndole que no se vete al candidato maltés.
Firmar la alerta de HazteOir dirigida al Presidente del Parlamento Europeo.