El BCE sólo comprará deuda soberana si los gobiernos piden ayuda al fondo de rescate. Las palabras de Mario Draghi volvieron ayer a poner en evidencia que no habrá acciones inmediatas para atajar las presiones en los mercados sobre España e Italia. Mientras, Angela Merkel se está beneficiando de los apuros de ambos países: Alemania ha ganado ya 60.000 millones con la financiación de su deuda.
Según han explicado a El Confidencial Digital fuentes financieras de alto nivel, mientras Italia y España agonizan por la presión a la que está sometida su deuda, Merkel va sacando buena ‘tajada’ de esa crisis.
Lo confirma también una información del diario germano Bild, que ha calculado que Alemania se ha ahorrado 60.000 millones de euros con la financiación de su deuda desde mediados de 2010.
Más otros 80.000 millones
El Bild, antes Bild-Zeitung, es un conocido periódico alemán fundado en 1952, que ostenta el primer puesto en cuanto a tirada en Europa, y que es el tercero en el mundo. Pertenece al grupo editorial Axel Springer, el mismo que publica el rotativo Die Welt.
La información del diario germano refiere también que el Tesoro alemán ha logrado colocar, en varias ocasiones, emisiones a corto plazo con tipos negativos: es decir, que Alemania no solamente no ha pagado por ello, sino que ha cobrado.
Bild destaca que a esos 60.000 millones hay que añadir unos 80.000 más, por la mayor recaudación tributaria y la reducción del gasto social en el país que preside Angela Merkel.
Los intereses de la deuda española se han duplicado
El artículo se fija en que, por el contrario, España ha visto duplicados los intereses de su deuda a diez años en el mercado secundario, pasando del 3,7% en 2010 al más del 7% al que cotizó ayer. Incluso, los tipos alcanzaron hace una semana el 7,5%, lo que supuso un máximo histórico desde la creación del euro.
Mientras, los intereses germanos han llegado a reducirse a la mitad, marcando niveles inéditos en el 1,16%, el pasado mes de julio.
Ayer, el ‘efecto Draghi’ devolvió la tensión al mercado de deuda. El bono español a diez años se sitúo otra vez por encima de la temida barrera del 7%.
En situación contraria se posicionó la deuda germana, beneficiada por las palabras del presidente del BCE, donde la rentabilidad del bono alemán cayó un 6% y acabó en el 1,28%.
Alemania no da su brazo a torcer
La provechosa situación para las finanzas alemanas explica las reservas de La canciller Merkel para ceder ante las pretensiones de España, Francia e Italia de que el BCE tome medidas directas con el fin de rebajar las tensiones en el mercado de deuda, según apuntan a ECD las fuentes financieras consultadas.
El ministro de Finanzas alemán, Philipp Rösler, reiteró, horas antes de las palabras de Draghi, la frontal negativa de Berlín a la licencia bancaria para el fondo permanente de rescate, una de las opciones que se estaba barajando estos días en la eurozona para atajar la crisis.
Aprovechó para enviar un mensaje al BCE conminándole a “concentrarse” exclusivamente en la política monetaria, es decir, en combatir la inflación. Además, exigió que los países con problemas, en clara alusión a España, acometan más reformas.
Unas declaraciones que dejaron claro el total rechazo de Alemania a la posibilidad de que el BCE intervenga más activamente y de inmediato en la lucha contra la crisis de deuda, como volvieron a demandar ayer Rajoy y Monti tras su encuentro en el Palacio de La Moncloa.
Los mercados esperaban más del BCE
El presidente del BCE, Mario Draghi, despertó la semana pasada grandes expectativas en los mercados, al decir en una conferencia en Londres que la entidad hará todo “lo que sea necesario” para preservar el euro, abriendo esperanzas a una compra de deuda de España e Italia.
Pero los anuncios del Banco Central Europeo decepcionaron ayer a los mercados. Ni licencia bancaria para el fondo de estabilidad, ni compra directa de bonos, ni bajada de tipos. El responsable de la política monetaria si abrió la puerta a la compra de bonos, pero se esperaba mucho más: España buscaba un anuncio contundente. Y Draghi no concretó nada.
Los efectos se dejaron sentir inmediatamente en la Bolsa. La de Madrid llegó a ceder más de un 5 por ciento cuando estaba subiendo un 2%, mientras que la prima de riesgo española se disparó, a los pocos minutos, y cerró en los 594 puntos.