Narciso Michavila, presidente de una de las empresas más prestigiosas de España en análisis de opinión pública, valora para www.paginasdigital.es la entrevista que este lunes protagonizó Rajoy en Antena 3.
¿Cómo vio a Rajoy en la entrevista?
Con el sentido de la realidad y la prudencia que le caracterizan. Él es el primero que es consciente de que se le va a juzgar más por los resultados que por su capacidad de seducción.
¿Fue arriesgada su promesa de creación de empleo?
Curiosamente fue de los pocos temas donde se atrevió a “adelantar” acontecimientos. Juega sobre seguro: al ritmo actual de reducción del paro –en estos momentos supera ya los 150.000 interanuales– no es en absoluto descartable que finalice la legislatura con menor número de parados. Además, todos los indicadores adelantados señalan que el cambio de ciclo ya se ha producido por lo que a finales de este 2014 veremos creación neta de empleo.
¿De sus palabras se puede deducir que deja abierta la cuestión del aborto?
Lo que dejó claro es que buscará el máximo consenso para sacar adelante una reforma que figura en su programa electoral. Y en este sentido, conecta con la posición mayoritaria de la sociedad, que prefiere mayor apoyo a la maternidad que al aborto. Por otro lado, por tratarse de un tema tan sensible, no solo no hay que rehuir el debate social, sino que es bueno que todo el mundo pueda expresar su opinión.
¿Fue suficientemente claro con lo de Cataluña?
Sí, porque no le queda más remedio. Como cualquier líder con responsabilidad, es consciente de que la soberanía nacional no reside en una parte, sino en el conjunto del pueblo español, y que no se les puede privar a los catalanes de forma unilateral de su derecho de ser españoles. Si alguien a estas alturas espera que el actual presidente del Gobierno responda al radicalismo con mayor confrontación, es que todavía no le conoce.
¿Tiene sentido la defensa que hizo de los ministros?
Los retos del mundo moderno no necesitan ni mesías ni líderes carismáticos, necesitan equipos. En este sentido, nadie le puede negar que fue consecuente con su actitud.