El 25 de noviembre, la UNESCO[1] votó un texto “global” sobre la ética de la inteligencia artificial (IA). La recomendación de 28 páginas ha sido ratificada por los 193 Estados miembros. Desarrollado a lo largo de dos años, es un “sistema de incentivos sin posibilidad de sanciones”. Por otro lado, podría “inspirar futuras regulaciones nacionales”.
Si bien pueden “hacer un gran servicio a la humanidad”, », las tecnologías de IA “también plantean preocupaciones fundamentales”.Podrían “influir en los derechos humanos y las libertades fundamentales, la igualdad de género y la democracia”. Asimismo, “es necesario garantizar la transparencia e inteligibilidad del funcionamiento de los algoritmos y de los datos a partir de los cuales fueron entrenados”.
En el texto se destacan varios “valores”, tales como: “Respeto, protección y promoción de los derechos humanos”, “diversidad e inclusión”,promoción de las “sociedades pacíficas” y el medio ambiente. Los firmantes se comprometen a respetarlos y a poner en marcha “una herramienta legislativa para regular y monitorearla IA”, proteger los datos personales y educar al público en general sobre este tema.
La Recomendación establece que los sistemas de IA “no deben tener personalidad jurídica” y que “la responsabilidad debe recaer siempre en una persona física o jurídica”.
[1] Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.
Fuentes: AFP (25/11/2021); La fábrica digital, Alice Vitard (25/11/2021)