La petición del grupo escoces Back Off Scotland de implantar ‘zonas de amortiguación’ (áreas libres de protestas) de 150 metros alrededor de las clínicas que brindan servicios de aborto en toda Escocia, ha sido denegada por parte del Gobierno escoces, de izquierdas, por considerarla desproporcionada. El diputado socialdemócrata John Mason, afirmó que dicha prohibición limitaría la libertad de expresión y circulación de los ciudadanos provida, cuya expresión suele darse “de forma pacífica y sin incidentes”. También en España se ha propuesto por el Congreso de los diputados un cambio en el Código Penal que incluya hasta un año de cárcel a quienes “hostiguen o coarten la libertad de una mujer que pretenda ejercer su derecho a la interrupción voluntaria del embarazo” en las clínicas. Desde el Observatorio de Bioética nos unimos a las voces que se alzan en contra de coartar la libertad de expresión.
Fuente:OBSERVATORIO DE BIOETICA UCV