Diversas organizaciones protestan contra el estreno de la película basada en la trilogía de libros pornográficos de la autora británica E.L. James porque intenta presentar la violencia contra las mujeres como una relación romántica.
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El 14 de febrero, día de San Valentín, no suele ser una fecha para “celebrar” la violencia en las relaciones de pareja. Sin embargo, miles de personas ya están comprando sus entradas para el estreno mundial de la película 50 Sombras de Grey, basada en una trilogía de libros pornográficos sobre la relación sadomasoquista de un joven adinerado con una muchacha que acepta ser usada con la esperanza de que él se enamore de ella.
La cinta está basada en las novelas de la británica E.L. James. La primera novela vendió más de 100 millones de copias en todo el mundo (más ejemplares que todos los libros del también best seller Harry Potter). En el libro, el adinerado Christian Grey realiza sus fantasías sexuales con una ingenua Anastasia, de 21 años de edad.
Diversas organizaciones, especialmente en Estados Unidos, están protestando contra esta cinta, porque intenta presentar la violencia contra las mujeres como una relación romántica, según informa Aciprensa.
La doctora Gaile Dines, fundadora y presidenta de la organización internacional feminista Stop Porn Culture, explicó que la cinta “muestra la violencia como romance y enseña a las mujeres que el abuso sexual y ser una víctima es algo sexy, cuando en realidad es la historia de un depredador”.
Por su parte, Tanisha Martin, coach de mujeres en Colorado comentó que “he visto a mucha gente emocionada de ver la película y leer los libros y pienso que no están viendo la parte de abuso en ellos”.
Para Martin, la historia de Anastasia y Christian se parece a la suya. Su exesposo era abusivo de varias maneras. Ella, como Anastasia, se convenció de que podía amar a su marido pese a sus abusos.
“Ese es un concepto peligroso que busca ser glorificado. Pero esa no es la realidad para muchas víctimas y tampoco para mí. Ya es confuso ser víctima porque buena parte del tiempo no te das cuenta de que lo eres. Incluso cuando ves los signos, sigues pensando que es distinto contigo… que no es un gran problema”, relató.
Una cultura “pornificada”
Dines lamenta que existan “ahora medios que celebran esta violencia contra las mujeres. Ningún grupo habría celebrado ser golpeado y torturado así. Sería un escándalo. Para cualquier grupo minoritario, si se hubiese erotizado y luego violado a alguien, la gente estaría arrasando con los cines en las calles. ¿Y qué tenemos? A los medios promoviendo esto masivamente”.
Dines, profesora de sociología del Wheelock College en Boston, cree que el éxito de 50 Sombras de Grey se debe a que en la cultura actual la pornografía es considerada aceptable.
“Si se quiere entender su popularidad, se tiene que ver a la forma en la que la pornografía literalmente ha secuestrado la forma en la que la forma piensa respecto al sexo y la sexualidad”, recalcó.
Como socióloga, Dines ha hecho diversos estudios sobre los efectos de la pornografía en el cerebro de los hombres. Mientras más joven la persona se hace adicta, más difícil es sacarla de la adicción. Esto, explica, está cambiando la forma del cerebro masculino.
“Tenemos 40 años de investigación en psicología experimental que nos dice que mientras más pornografía vean los muchachos, más creen en ella”, añade.
Campaña por las mujeres
La doctora Dines y otras organizaciones se han reunido para lanzar la campaña #50dollarsnot50shades para intentar boicotear la película haciendo lo siguiente: en vez de ir al cine y gastar 50 dólares en entradas y palomitas de maíz para dos; donar ese dinero a algún hogar o refugio para víctimas de la violencia doméstica. En solo dos semanas, ya tiene miles de likes en su página de Facebook.
“Esta es una protesta que busca además dar dinero a las mujeres en refugios, porque allí es donde Anastasia va a terminar. Ella no va a terminar una bella casa en un lago con un chico que la adora. Si tiene suerte acabará en un refugio, y si no tiene suerte terminará en un cementerio”, concluye Dines.