WASHINGTON D.C., 03 Jul. 12 / 12:27 pm (ACI/EWTN Noticias).- Un exfuncionario del departamento de Servicios de Salud y Humanos de Estados Unidos (HHS) indicó que al promover el aborto como parte de su trabajo contra el tráfico de personas, el gobierno de Barack Obama estaría, inadvertidamente, promoviendo la esclavitud sexual.
En diálogo con ACI Prensa, Steven Wagner, presidente de Renewal Forum y exdirector del programa para trata de personas del HHS entre 2003 y 2006, calificó a la política actual de este departamento como “totalmente inapropiada”, pues no ayuda a las víctimas de la esclavitud sexual sino a quienes lucran con ella.
Wagner explicó que los traficantes quieren acceso fácil al aborto y a la anticoncepción “para proteger el potencial de producción de dinero de sus víctimas”.
El presidente de Renewal Forum señaló que si una prostituta se embaraza, “ellos la llevarán a Planned Parenthood para que aborte”, para que así la mujer pueda retornar al trabajo sexual tan pronto como sea posible.
“En esa situación, no hay posibilidad de que la víctima de un consentimiento informado”, indicó.
En un editorial publicado el 24 de junio, Wagner criticó que la actual política del HHS requiera que quienes reciben subvenciones deban ofrecer una “gama completa de servicios reproductivos”.
Para Wagner, cuyo trabajo actual se enfoca sobre la trata de personas, la meta del Departamento de Estado de detener el trabajo forzado es incoherente con la política del HHS de exigir que la asistencia a las víctimas incluya facilitarles el aborto y la anticoncepción.
La actual política del HHS sobre “servicios reproductivos” ocasionó que, el año pasado, el trabajo contra la trata de personas que realizaban los obispos de EEUU pierda financiamiento. El programa episcopal gozaba de altas calificaciones y una excelente reputación, pero le fue negada la subvención federal por rehusarse a hacer recomendaciones para servicios considerados inmorales.
Los obispos argumentaron que su política era un asunto de conciencia. De acuerdo a Wagner, la política episcopal también estaba de acuerdo con los mejores intereses de las víctimas de trata de personas.
Según Wagner, incluso aquellos que aceptan el aborto y la anticoncepción como algo moral, reconocen el problema de derivar a aquellos esclavizados en el tráfico sexual a abortorios.
“Cualquier persona de buena voluntad, con cualquier tipo de conciencia moral, estaría de acuerdo en que una persona sea capaz de dar un consentimiento informado antes de que se les realice cualquier procedimiento médico”, señaló.
Wagner indicó que “ese es un principio muy básico en la legislación estadounidense y en la ética médica. No realizamos procedimientos en quienes no están de acuerdo con ellos”.
“Cuando cualquier persona, y particularmente un joven, está en la posición de ser víctima de trata, entonces, por definición, no puede dar un consentimiento informado”, explicó, pues “están bajo el control de una persona, en cuyo interés está la realización del procedimiento”.
El presidente de Renewal Forum señaló que el uso del aborto no puede ser considerado como el tipo de elección gratuita prevista por la ley y la ética médica, pues el traficante “está tratando de que su víctima ‘esté de regreso en la calle’ tan pronto como sea posible”.
El caso se complica más, dijo, por la difusión de una serie imágenes en 2011, en la que se expone la aparente diligencia de empleados de Planned Parenthood para encubrir casos de presunta trata de personas. Las imágenes tomadas de forma encubierta mostraban a empleados de varias oficinas de la organización abortista “dispuestos, ansiosos, por facilitar” el objetivo de los traficantes.
La misma exposición encontró que los empleados de Planned Parenthood “no cumplieron los requerimientos legales de informar lo que es evidentemente un caso de delito de abuso sexual de un menor”.
Para Wagner, las víctimas de esclavitud sexual deben ser mantenidas “lo más lejos posible de las clínicas de Planned Parenthood”.
El experto señaló que, más que remitirlos a proveedores de aborto y anticoncepción, las personas forzadas al trabajo sexual deben ser llevados a un “proveedor de servicios dedicado”, preferiblemente una persona sobreviviente de la prostitución, para “tomar decisiones que respondan mejor a las necesidades de la víctima”.
“No hay caso alguno en que sea apropiado mantener a alguien en una condición de ser víctima de tráfico”, observó y añadió que “La única respuesta es sacarlos (de esa condición)”.
Wagner subrayó que “cualquier organización, como Planned Parenthood, que no quiere colaborar en el rescate de la víctima, realmente no tiene ningún papel que desempeñar”.
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