Papilla de frutas: consejos para que el bebé coma


Deja que tu bebe se muestre participativo a la hora de comer. Ofrécele una cuchara a él y permite que vaya intentando a su manera coger la cuchara y llevársela a la boca por él mismo con algo de comida.
Mientras él practica con la cuchara, tú mientras le vas ofreciendo con otra cuchara la papilla de fruta y tal vez, al verse más implicado y activo se muestre más colaborador ante el cambio de sabores y texturas.

Como no tendrá mucho control con la cuchara, será normal que vaya ensuciando la mesa o le caiga algo de comida al suelo. Te recomiendo uses un babero grande para que no estés pendiente de las manchas ni sufras por ello, ya que ahora es el momento de estar más atenta a su participación y que estés receptiva para ver cómo lo puedes ir motivando.

Prueba con diferentes tipos de cuchara. Se suele usar con regularidad las cucharas de silicona, pero yo me he encontrado que al usar las metálicas con los bebés más reticentes antes los cambios de texturas, se mostraban más colaboradores a abrir la boca porque es una textura dura, con una temperatura fría y hasta con un sabor diferente, aspectos que son muy valorados por algunos bebés.

Hemos de aprender cómo es nuestro bebé

También hay bebés que los nuevos aprendizajes los realizan mejor sin tienen algo entre las manos, sobre todo, algo que le ofrezca una textura diferente. Así le puedes dejar a su alcance varias piezas de fruta, o la misma pero presentada de diferente manera.

Por ejemplo, una naranja entera, donde la piel, el olor, el color, la forma le dará un tipo de información. Y una naranja abierta por la mitad, cuya información en textura, olor, color, sabor será otra. Y cada día vas cambiando de fruta.

Hay bebés, que por su temperamento y por su manera de relacionarse con el entorno, necesitan tocar y experimentar con las manos y la boca y estar siempre en actividad. Sentarlos en la trona para comer, representa para ellos una dificultad, pero que se puede subsanar si estamos atentos a cómo es nuestro bebé para cubrir su necesidad de tocar y experimentar físicamente sin tener que llegar al punto de dejarlo comer de pié y ofrecerle la comida corriendo detrás de él.

Para otros bebés, el nuevo aprendizaje estará condicionado por la textura de la papilla. Si ésta es más clara o por el contrario, más espesa, será suficiente para que muestre agrado o rechazo.

Otros bebés se regirán por el sabor, si es agrio o está salado pueden mostrar rechazo (o todo lo contrario); por lo dulce pueden sentirse atraídos ( o no), etc. Si estás abierta a sus necesidades podrás ir variando la manera de hacerle la papilla hasta que encuentres la que le gusta.

¿Cómo se aprende?

Los cambios de sabores suponen un reto para el bebé y dependiendo de su carácter se mostrará más colaborador y positivo o reticente y algo cerrado.

Con paciencia, tiempo, sin exigir y con algunos trucos se suele conseguir, aunque cada bebé y mamá o papá debe aprender de qué manera es la mejor, ¿cómo se aprende? La clave principal es estando abierto y receptivo a las señales de nuestro bebé.