Casi uno de cada cuatro divorcios afecta a parejas casadas hace menos de cinco años. El momento crítico para un matrimonio sigue estando situado entre los seis y diez años, cuando se dan la mayor parte de rupturas.
Diario Vasco.-CÉSAR COCA | SAN SEBASTIÁN.
Casarse a una edad avanzada, con la experiencia previa de otros noviazgos y con frecuencia tras un período de convivencia no garantiza una mayor estabilidad de la unión. Al menos eso es lo que pasa en España: los matrimonios se producen con los miembros de la pareja ya bien instalados en la treintena (casi 34 años para los varones en su primera boda y cerca de 32 para las mujeres) y sin embargo duran cada vez menos. Tan poco que 25 de cada mil matrimonios se rompen incluso antes de los dos años. Y casi uno de cada cuatro divorcios corresponde a una pareja que se ha casado en hace menos de cinco años. Los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) dibujan un horizonte familiar muy distinto al de hace solo unos años, con unos matrimonios cada vez más tardíos e inestables. Otro cambio social que apunta hacia nuevas y profundas modificaciones en los modelos familiares.