Los defensores del aborto han admitido públicamente su complot en la ONU.

Fuente:Forumlibertas

Este hecho se produjo durante un debate sobre la próxima Cumbre de las Naciones Unidas para el Futuro

Los defensores del aborto han admitido públicamente su complot para imponer el aborto y los supuestos derechos sexuales en el mundo. Este hecho se produjo durante un debate sobre la próxima Cumbre de las Naciones Unidas para el Futuro como contó C-Fam.

Los términos ambiguos son muy útiles

Durante un debate, delegados y periodistas a favor del aborto admitieron que han insertado un lenguaje codificado como «salud sexual y reproductiva» en todas las áreas de la política de la ONU como pretexto para obtener más fondos e influencia para promover el aborto.

Julie Garfieldt Kofoed, la exdelegada de Dinamarca, que ahora trabaja para la Fundación de la ONU, destacó específicamente lo importante que ha sido agregar un lenguaje específico de salud sexual y reproductiva. Pues confirmó que el propósito de agregar estos términos en las áreas de política de la ONU fue generar más fondos, programas y posiciones desde las cuales promover el acceso al aborto y los derechos sexuales, y con ello su reconocimiento.

Además, Garfieldt Kofoed explicó que el uso de términos ambiguos es una ayuda en la promoción del aborto y los derechos sexuales. Puesto que proporcionan «un marco para que las ONG y las agencias obtengan financiación» e implementen programas favorables a estas ideas, independientemente de lo que los países acuerden o no.

Kofoed también declaró que «la inclusión continua de este tipo de lenguaje en la diplomacia no solo cambia la conversación, sino que también presiona a las entidades para que adapten sus políticas, lo que refleja un cambio en las normas globales». Los promotores del aborto carecían de un apoyo suficiente en la Asamblea General para abogar abiertamente por el aborto y los derechos sexuales. De ahí la estrategia seguida.

Pensado y calculado

Es revelador a la vez que escalofriante escuchar una estrategia tan fríamente calculada. Pero también es un recuerdo para que apoyemos a los grupos provida en su incansable trabajo de exponer sin descanso la trampa y la estratagema que se está desarrollando alrededor del aborto.

Ahora no solo se empuja para considerar el aborto como un supuesto derecho fundamental, sino que la Organización Mundial de la Salud (OMS) está llevando a cabo una campaña en la que se quiere promover el aborto hasta el mismo momento del parto. 

Además, Europa sigue una línea similar. El Parlamento Europeo aboga por el «derecho al aborto», transformando así la despenalización del aborto en un derecho formal.  ¿Cuál será el siguiente paso?

Implementar una cultura de la muerte

Todo esto lo expuesto responde a la cruda realidad mostrada una y otra vez por los defensores de la vida y demuestran que, a día de hoy, hablar de aborto implica referirse a un supuesto «derecho» Pero, ¿Cómo se ha llegado a este cambio? Tal y como revelan las confesiones de los abortistas, esto no ha sucedido de la noche a la mañana, este cambio ha sido el resultado de un esfuerzo cuidadoso por implementar una cultura de la muerte durante años y años. 

Para llegar a este punto, de cambiar la moral y la conciencia ciudadana, una infame maquinaria perfectamente ensamblada y organizada ha estado trabajando sin pausa y en silencio, utilizando herramientas como el lenguaje, reemplazando el término aborto por expresiones como «salud sexual y reproductiva».

Hace unas décadas, la palabra aborto era lo que realmente es: el asesinato brutal de un bebé completamente indefensa. Pero la maquinaria se ha encargado de que con el tiempo, se fueran  poniendo en entredicho ciertos casos, como cuando la vida de la madre estaba en peligro, en caso de violación, malformaciones severas del bebé… 

Desde ahí, «la pendiente resbaladiza» hizo el resto y, en pocos años, el aborto comenzó a ser considerado primero un  mal menor y luego un supuesto derecho. 

Todo este complot había sido anunciado una y otra vez por los defensores de la vida. No obstante es revelador escuchar una estrategia de la muerte tan claramente articulada.