¿Es ético no pagar impuestos? El polémico caso Npower

El gigante energético NPower ha admitido públicamente que durante los tres últimos años no ha pagado ni un solo euro en impuestos en el Reino Unido. Sus beneficios netos durante este período se elevaron a 900 millones de euros, en parte, gracias a las constantes subidas en la factura de la luz, que en los dos últimos años supuso un coste adicional para los hogares británicos de unos 300 euros. Así las cosas, la noticia ha prendido la llama de la indignación entre los contribuyentes de la clase trabajadora, hasta el punto de que el Partido Laborista ha llevado al Parlamento el debate sobre los “injustos privilegios” de las grandes empresas. ¿Esta conducta es ética? ¿No deberían seguir otros criterios quienes influyen en la sociedad?

laborista

“Estamos hartos de que las grandes compañías paguen menos impuestos de sociedades de los que deberían”, espetó el diputado laborista Ian Lavery, al mismo tiempo que defendía una “contribución más equitativa”. Lavery no ahorró en alusiones a NPower durante su intervención, por ser “el mayor infractor”, lo que provocó la pronta reacción del máximo responsable de la compañía, Paul Massara. El CEO se defendió, sin mostrar arrepentimiento alguno, explicando que su empresa no cometió fraude, pues sus procedimientos se ajustaron en todo momento a la ley. “Los últimos tres años tuvimos exenciones fiscales porque invertimos grandes cantidades de dinero en construir plantas de energía que aseguran el buen mantenimiento del servicio eléctrico. Además, también hemos contribuido a generar puestos de trabajo”.Estamos hartos de que las grandes compañías paguen menos impuestos de los que deberían

Los recortes en servicios públicos, la subida de tasas y, en definitiva, el empobrecimiento de las clases medias en el Reino Unido han sido los principales detonantes para que la opinión pública británica comience a señalar los privilegios fiscales de las grandes corporaciones como uno de los problemas más graves del país. No en vano, los laboristas se han subido al carro convirtiéndose en la correa de trasmisión de este sentir popular en la cámara de representantes. El diputado John Robertson llegó a manifestar que cualquiera sería “crucificado” si se jacta públicamente de no pagar impuestos, en alusión a Massara. “¿Cómo puede atreverse a ponerse en pie delante de todo el mundo y decir que los impuestos no van con él?”, añadió.

La línea de separación entre lo ético y lo legal

Según los cálculos de la oposición en el Parlamento británico, el Estado habría dejado de ingresar unos 230 millones de euros debido a las exenciones fiscales de NPower. Sin embargo, también se ha señalado a otras multinacionales, como Amazon, Google o Starbucks, para acusarlas de no pagar todo lo que deberían en base a sus beneficios económicos.De seguir así, el sistema fiscal se hará insostenible hasta acabar colapsándose

Las voces que abogan por un nuevo sistema fiscal, más equitativo y progresivo, ya no provienen exclusivamente de la izquierda, sino que otras formaciones populistas, como la ultraderechista UKIP, han erigido esta cuestión en su principal bandera. Y es que para apoyar estos argumentos solo han tenido que recurrir a los escritos del padre del liberalismo económico, el también británico Adam Smith: “Los súbditos de cualquier Estado deben contribuir al sostenimiento del Gobierno, tanto como sea posible, en proporción a sus respectivas capacidades; es decir, en proporción a las rentas de las que disfrutan respectivamente bajo la protección del Estado”.

Los detractores de estas posturas se apoyan en la legalidad de sus acciones, pues tanto la versión británica de las Sicav como las múltiples vías para disfrutar de exenciones están totalmente ajustadas a la legalidad vigente. Sin embargo, organizaciones sociales como Justice Tax Network han advertido que lo legal no tiene por qué ser legítimo, al mismo tiempo que criticaron la falta de ética de las grandes empresas que “se aprovechan de las prácticas fiscales abusivas”. De seguir así, vaticinan desde esta organización, “el sistema fiscal se hará insostenible hasta acabar colapsándose”.

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