Fuente: El Debate
Participar en las responsabilidades de una casa puede ser fundamental para que se conviertan en adultos más felices y responsables.
Incluso la Constitución Española dice que los hijos han de ayudar en casa. En su artículo 115, establece que han de obedecer a sus padres y que, además, han de «contribuir equitativamente, según sus posibilidades, al levantamiento de las cargas de la familia mientras convivan con ella». Con ello coincide también la Universidad de Harvard, aunque por motivos completamente distintos: ahorrarles las tareas domésticas puede perjudicarles en el futuro.
Según un estudio de este prestigioso centro, participar en las responsabilidades de una casa puede ser fundamental para que se conviertan en adultos más felices, responsables y exitosos. Según afirma en su libro Como criar a un adulto Julie Lythcott-Haims, de la Universidad de Standford, las labores del hogar fomentan que se desarrollen también la responsabilidad, la autonomía y la perseverancia.
Estas son las tareas del hogar que puede asumir cada hijo según su edad:
No solo es un alivio para los padres que sus hijos comiencen a ayudar, por pequeña que esta sea, sino que para los niños también supone ciertos beneficios desde temprana edad: favorece la autonomía, la autoestima y la seguridad en sí mismos; les ayuda a desarrollar las habilidades motoras y a instaurar buenos hábitos de orden, de limpieza y de alimentación.
De los 2 a los 6
- Recoger los juguetes: hacer de este momento un juego, por ejemplo, poniendo un tiempo estipulado para la tarea y hacerlo contrarreloj, hará de la obligación algo divertido para los niños.
- Poner su ropa a lavar: cuando una prenda se ensucia, se les puede enseñar a que hay que ponerlo a lavar en el cesto, que también pueden ayudar cuando esté lleno a introducir en la lavadora.
- Ayudar a poner y quitar la mesa: cuanto más pequeños, menos objetos delicados es recomendable ponerles en las manos, pero la sal, el mantel o las servilletas pueden ser su contribución.
- Tirar la basura al cubo: al igual que con la ropa, también se les puede enseñar desde temprano que los residuos hay que tirarlos al cubo y a su vez, qué va en cada uno y así aprenderán a reciclar.
De los 6 a los 9
- Hacer la cama: aunque antes de los seis pueden ayudar a estirar las sábanas o colocar la almohada, a partir de entonces pueden comenzar a encargarse cada mañana de hacerlo ellos solos.
- Ordenar su habitación: si antes ya colocaban los juguetes después de utilizarlos, cuando van cumpliendo años pueden también encargarse de poner su ropa en el armario y mantenerlo ordenado, al igual que sus objetos del cuarto de baño: toalla, peine, esponja, cepillo de dientes…
- Elegir la ropa que se va a poner cada día: entre los seis y los nueve años se les puede permitir la elección de la ropa que se quieran poner cada día dentro de algunas opciones apropiadas. Ello promueve la autonomía y la toma de decisiones.
- Alimentar a las mascotas: bajo supervisión se le puede encargar poner comida y agua en los platos de los animales de la casa.
- Preparar la merienda: a esta edad pueden ya untar la mantequilla en el bocadillo o el tomate y añadir el embutido.
De 9 a 12 años
- Preparar comidas simples: pueden encargarse de hacer ensaladas, sándwiches, pasta o incluso platos de horno sencillos.
- Tareas domésticas más complejas, como barrer, doblar la colada o limpiar pequeñas superficies a su altura.
- Cuidar de las mascotas: ya no solo alimentar, sino bañar al perro o gato, cepillarlo o limpiar su espacio, por ejemplo, la jaula si se trata de un hámster o un pájaro o la pecera.
- Gestionar su tiempo: aunque con ayuda de sus padres, sobre todo al comienzo, entre los 9 y los 12 los niños pueden establecer rutinas y horarios para sus actividades, los deberes, leer, jugar e ir a extraescolares.
- Regar las plantas y participar de la jardinería en casa.
Para mayores de 12
- Tareas domésticas completas: limpiar el baño, aspirar, lavar lo platos o poner la lavadora.
- Hacer comidas más complejas: a esta edad ya pueden cocinar platos más elaborados, planificar menús semanales o seguir recetas.
- Administrar su dinero: esto les enseñará a empezar a ahorrar y conocer el valor de las cosas.
- Implicarse en tareas con sus hermanos menores, como hacer con ellos las tareas.