El estado en el que dar a luz puede ser un crimen

Formula Libertas.

El último grito en leyes delirantes, por decirlo de un modo suave, nos llega desde Estados Unidos, en concreto desde Tennessee. Esta vez se trata de una ley que castiga penalmente a las madres que dan a luz a un bebé con adicción debido al uso de narcóticos ilegales durante el embarazo. Como titula The Nation, estamos ante “El estado en el que dar a luz puede ser un crimen”.image

La ley, además, ha sido un ejemplo de cordial bipartidismo: promovida por dos representantes demócratas y dos republicanos, ha contado con el apoyo unánime de los demócratas, mientras que sólo siete senadores republicanos han votado en contra.

Estamos ante lo que probablemente sea uno de los ejemplos recientes más claros de legislación inmoral. Por un lado porque intentando criminalizar el daño infligido a los niños antes de nacer por parte de sus madres, lo que realmente se criminaliza es el acto de dar a luz. En Tennessee el aborto es legal mientras el feto no es viable, por lo que esta ley resulta un incentivo evidente para que las madres con algún tipo de adicción aborten a sus hijos en vez de ofrecerles otra salida y otras ayudas.

Hay que señalar también que la ley separa los intereses de la madre de los del hijo de modo muy claro, pues el de la primera es no ser condenada a pena de prisión, mientras que el del segundo es nacer vivo. Esta contraposición entre madre e hijo es sencillamente diabólica.

Por último, la ley ignora la realidad de la drogadicción y las circunstancias que la rodean. Estamos hablando de un problema que se localiza principalmente en aquellas capas de la población económica y socialmente más frágiles, aquellos que tienen menos medios para intentar la salida de la rehabilitación y los que tienen mayor probabilidad de vivir en una familia rota. En vez de ayudarles a salir de estas situaciones de marginación, la ley se limita a castigar a estas madres en una situación en la que, por el contrario, necesitarían toda la ayuda del mundo.

Nos explican que progresamos un montón, pero lo cierto es que estamos construyendo un mundo cada vez más deshumanizado.

Por cierto, Feliz Navidad, un Dios que se hace niño y nos enseña que toda vida es sagrada y tiene un valor infinito.

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