¡Bajen el euro, por favor!

Eduardo Martínez Abascal, Profesor del IESE
Eduardo Martínez Abascal, Profesor del IESE

Artículo publicado en el El Periódico de Catalunya el 27 de febrero de 2013.

Angela Merkel afirmó la semana pasada que defenderá un euro fuerte (un euro caro), aunque esto suponga problemas para los países del sur. Esto son malas noticias para los del sur, los del centro y los del norte, incluida Alemania.

La economía europea ha vuelto a entrar en recesión. En el último trimestre de 2012 la mayoría de países de la zona euro tuvieron crecimiento negativo. La razón es sencilla, las empresas no venden y no venden porque el mercado interior no tira, ni los consumidores ni los empresarios compran. En esta situación, la única solución a corto plazo es vender fuera lo que no conseguimos vender dentro, es decir hay que exportar.

Pero para exportar se necesita que el euro no esté muy caro con respecto al dólar, que es la divisa que se sigue usando en los mercados exteriores. Llevamos una larga temporada con el euro igual a 1,3 o 1,4 dólares y eso hace que nuestros productos en el exterior sean un 30-40% más caros que los productos de otros competidores que venden en dólares. Seat puede hacer un esfuerzo enorme de reducción de costes y de mejora de eficiencia, para conseguir fabricar su Seat Ibiza más barato y poderlo vender, digamos a 10.000€. Pero Seat está compitiendo con fabricantes coreanos, japoneses, americanos que venden casi el mismo coche a 10.000$. Y claro, no es lo mismo 10.000 euros (13.000$) que 10.000 dólares. Así cuesta mucho vender, por más que vayas con imagen de calidad europea y tal.

El viernes, y después de las declaraciones de Merkel, el euro alcanzó los 1,35$, el precio más alto desde 2011. Sólo en 6 meses, desde septiembre 2012 a hoy, el euro se ha revalorizado en un 12%. Eso obliga a todos los fabricantes europeos a reducir sus costes un 12% y eso es muy, pero que muy difícil de lograr.

Europa y especialmente Alemania, exporta más que importa, por tanto una devaluación del euro favorecería a todos. La propia Alemania ve que su crecimiento disminuye pues ahora exporta menos al área euro (los españoles ya no compramos Audis como antes) y al resto del mundo. Con un euro más bajo esto se solucionaría.

No tiene lógica alguna que si la renta per cápita de Estados Unidos es un 16% más alta que la de Alemania (y un 50% más alta que la de España) el euro valga un 30% más que el dólar. Normalmente un país rico (más renta per cápita) tiene moneda más fuerte. Pues en Europa pasa al revés y eso nos lleva al sinsentido de que un español se pasea por Estados Unidos y todo le parece barato. Un sinsentido, por más que la Sra. Merkel y su comité de cinco sabios digan que es “normal” que el euro cotice a 1,3 o 1,4 dólares.

Merkel ha señalado que “no estamos a favor de una política activa de tipos de cambio”. Nuestros competidores (Estados Unidos, Japón) actúan en política monetaria y en tipo de cambio. En Europa no. ¡Así nos va!

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