Son tus hijos.-Impartió dos talleres a padres y alumnos del colegio Eskibel.
– En su charla ha proyectado una viñeta muy elocuente, en la que se ve a una persona ahogándose y gente en la orilla sacando foros con el móvil. ¿Hasta qué punto condicionan estos dispositivos nuestro comportamiento?
– Las personas estamos cambiando por el ritmo al que nos está llevando todo: la tecnología, la sociedad, cómo vivimos las cosas, la crisis… Me recuerda a aquella fotografía alterada en la que se veía a un niño solo en el desierto pero, en realidad, iba acompañado. Estamos poniendo el foco fuera de la persona, y quizá la tecnología influya. Por eso hay que centrarse más en la persona, que es la que puede ayudar a otras personas, y hacer uso de la tecnología para facilitar su vida.
– En general, ¿qué ejemplo damos los adultos a los jóvenes?
– Los adultos también estamos en un momento en el que utilizamos el teléfono para todo. Quizás no estamos siendo el mejor ejemplo para nuestros hijos. Creemos que por ser mayores lo estamos haciendo bien y son los niños los que realizan un mal uso, y ahí estamos en igualdad de condiciones, A los niños les damos el teléfono con 2, 3 ó 4 años como si fuera una niñera digital, para que se entretengan un raro, y luego se lo quitamos y pretendemos que lo usen de otra manera. Tenemos que ser conscientes de que sí se lo damos con 3 años, hay que educarles en ese rato en el que lo están utilizando. Se lo damos con 3 y nos parece mal que lo tengan con 12… Tenemos que ser más coherentes.
– Ahora piden un ‘smartphone’ casi antes de empezar a hablar. ¿A qué edad se lo compramos?
– No hay una receta única. Depende del niño, de los padres, de los hermanos y de la situación. No es lo mismo un niño que vive muy lejos del colegio y que, por ejemplo, necesita que alguien le vaya buscar. Entonces quizás necesite un medio de comunicación, que no tiene por qué ser un móvil con conexión a internet, puede ser mis sencillito, o compartido con el resto de hermanos… Depende, Lo importante es que es una realidad que existe y que tu hijo va a utilizar el móvil, aunque no sea el suyo. Por eso la educación en el móvil tiene que estar siempre, sí o sí
– Compramos el móvil. ¿Y ahora qué? ¿Qué consejos generales suele dar a los padres?
– Lo importante es que la incorporación de la tecnología en casa venga por parte de los padres. Eso de que la abuela o la tía se lo regale para el cumpleaños o la comunión.- Porque como es un regalo para el hijo, quizás ya no le puedan poner normas. La incorporación por parte de los padres es fundamental. Luego, que hablen y que pongan normas conjuntas sobre cómo utilizar el teléfono: crear espacios libres de móviles, tanto físicos como temporales, como no llevarse el móvil a la cama cuando vas a dormir, o en las horas de la comida no habíamos por el móvil. Pero siempre teniendo en cuenta que los padres tienen que dar ejemplo.
– ¿Cómo se educa en el uso de un teléfono inteligente?
– Con sentido común, no hagas lo que no quisieras que te hiciesen a ti. Lo que no colgarías en un cartel en mitad de la calle, no lo cuelgues en internet en cualquier sitio. Ten respeto hacia ti mismo. Un consejo que doy es pensar que tus padres están mirándote por un agujerito cuando te estás haciendo esa foto. ¿La colgarías?
– Los adolescentes, ¿sonconscientes de los riesgos a los que se exponen en las redes y en internet?
– Sí y no Son conscientes de que pasan cosas malas en internet, pero quizás no saben cómo prevenirlas o cómo hacerles frente cuando pasan. Piensan que están comunicados en microníchos con sus amigos y ya está, pero no son conscientes de que a veces ese mensaje o foto traspasa la barrera de los amigos y puede llegar a verlo cualquiera. Pero eso mismo pasa también con los adultos. Volvemos a lo mismo: lo que no quieras que se sepa, no lo cuentes.
– ¿Qué aplicaciones y redes están ahora de moda entre los chavales?
– Telegram está creciendo muchísimo, y ahora además Facebook ha comprado WhatsApp. Antes se iban de Tuenti a Facebook, lo que pasa es que ahora en Facebook están sus padres y se empiezan a ir Twitter, donde los padres no suelen estar, pero sí los famosos y los programas de la tele. Luego se está poniendo muy de moda, aunque quizás en España no tanto, Snapchar, un programa de mensajería instantánea efímera en el que una vez enviadas las fotos y vídeos se borran Duran hasta 10 segundos. Pero se puede hacer una captura de pantana para guardar la imagen.
– ¿Qué errores comunes cometen los jóvenes?
– Nuestros hijos no son tontos, son perfectamente conscientes de que hay cosas que no se deben hacer. La cuestión es que a veces no se dan cuenta de que no hablan solo para sus amigos, sino para todo el mundo. Estamos interconectados, no solo con nuestros contactos de la agenda del teléfono. Intenet lo amplifica todo.
-Otra vertiente del uso o, mal uso, es la de las formas. Ya se habla de ‘phubbing’. ¿Nos estamos convirtiendo en unos maleducados?
– El ‘phubbing’ consiste en estar todo el rato con el teléfono mientras estas hablando con alguien o tomando algo con otra persona. Es algo que está a la orden del día y los adultos somos los primeros en cometer esas faltas de educación o de respeto, como lo queramos llamar, Al final es sentido común, normas básicas de cortesía de toda la vida. Ya hay quien hace pagar la cena al primero que saca el móvil. O sitios con carteles tipo: ‘En este bar no hay wifí, hablen entre ustedes’. Parece hasta raro no sacar el teléfono. Aunque también hay una tendencia de vivir a modo ‘slow’, de no tener que estar conectado todo el día; es importante que hablemos, nos miremos y pasemos tiempo juntos.