Un informe coordinado por el área de salud de The Family Watch destaca el papel “socializador” que tienen las comidas familiares para los mayores y los más pequeños de la casa, además de promover un estilo de vida saludable entre los comensales, entre otras ventajas.
El documento, titulado ‘Nutrición: Comer en Familia, hacer de la rutina salud’, ha sido elaborado por Beatriz Beltrán de Miguel y Carmen Cuadrado Vives, del Departamento de Nutrición y Bromatología de la Facultad de Farmacia de la Universidad Complutense de Madrid.
Para las autoras del informe “las personas -niños, adolescentes, adultos y mayores- que suelen comer en familia siguen dietas de mayor calidad, con un menor contenido energético y una mayor densidad nutricional por la presencia de más verduras, frutas y cereales”.
En palabras de Beltrán, “el comer de forma habitual en familia se propone como un posible factor preventivo del sobrepeso y la obesidad en niños y adolescentes”. Por su parte, Cuadrado ha destacado que “enseñar a los niños y adolescentes a cocinar y animarles a desarrollar sus habilidades en la cocina, es una estupenda forma de lograr hábitos de vida saludables, así como fomentar la mejora de la comunicación en la familia”.
Este es uno de los aspectos que más han tratado las autoras, “en una sociedad en la que cada vez tenemos menos tiempo para estar con nuestras familias y en el que la conciliación sigue siendo la asignatura pendiente, debemos esforzarnos por convertir las comidas en un momento para estar en familia, cuidando la alimentación, y aprovechando esos momentos para hablar y enseñar a los menores que comer verduras, frutas y pescado es algo bueno y saludable”.
Durante la presentación del documento, también se han dado una serie de consejos para lograr una dieta saludable en niños, adultos y ancianos, como huir de las comidas aburridas y monótonas, preparar los alimentos mediante diferentes procesos culinarios, organizar el menú semanal para evitar imprevistos y asegurar la variedad, comer con agua y evitar las bebidas azucaradas durante la comida, optar por la fruta fresca como postre habitual o evitar el exceso de sal y azúcar.
Además, subrayan que las actividades que rodean las comidas familiares (comprar, preparar alimentos, comer) propician la comunicación familiar y recuerdan que hacer la compra en familia es un buen momento para explicar qué alimentos se toman según las estaciones. También piden evitar las distracciones de lo verdaderamente importante y olvidarse de la televisión, el teléfono u otros dispositivos que interrumpen y anulan la conversación familiar.
Por último, consideran que las familias han de esforzarse en conseguir la mayor integración de sus mayores en las comidas familiares y afirma que la comida es un buen momento para que los mayores se socialicen.