La afirmación de la investigación de la American Psychological Association (APA) de que “no existen diferencias” entre los niños cuyos padres tenían una relación del mismo sexo y los niños que fueron criados por sus padres biológicos”, no puede apoyar esta afirmación.Un nuevo estudio realizado por el sociólogo Marcos Regnerus,de la Universidad de Texas, encuentra que los niños cuyos padres tenían una relación del mismo sexo experimentan resultados más negativos de adultos en comparación con los niños de familias biológicas. El estudio ha provocado una reacción muy hostil, una reacción anticientífica , posiblemente motivado por las consecuencias del momento en el que se debate sobre el matrimonio del mismo sexo. Esta reacción es lamentable porque atenta contra la salud del discurso público sobre un tema de importancia-la enorme institución del matrimonio-y desafía la integridad de la investigación en ciencias sociales en general.
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