Economía,ética y RSC.-Antonio Argandoña.-
Digo esto porque hace pocos días (el 24 de mayo) salió en la prensa la noticia de que la Generalitat de Catalunya se reunía con los sindicatos y las patronales para desbloquear los convenios colectivos que, de acuerdo con la reforma de febrero de 2012, deberían perder su validez.
La prensa decía también que “decenas de miles de trabajadores afectados por la vigencia de los convenios colectivos salieron ayer a la calle para manifestarse”. Para manifestarse, ¿contra quien? Lógicamente, debía ser contra sus propios sindicatos, que no habían sabido, querido o podido defender sus derechos, negociando antes un convenio que, ahora, parece importantísimo, pero que se había dejado languidecer, en ocasiones durante años. Lo curioso es que, en la foto que acompañaba a la noticia, se veía la pancarta que presidía la manifestación de Lérida, con la frase “se quieren cargar la negociación colectiva”. ¿Quién se la quiere cargar?
Moraleja: nuestro sistema de negociación colectiva está enfermo. Los sindicatos y las patronales no defienden los derechos de sus representantes, los trabajadores y los empleadores, sino algunos intereses de sus cúpulas, de las grandes empresas que controlan las patronales y de los representantes sindicales que descuidan sus deberes. Lo que ahora se intenta es devolver la vigencia a un sistema que está muerto y bien muerto, al menos a juzgar por sus resultados.