Las 5 habilidades que los adolescentes deben dominar para una vida plena, según Harvard
La adolescencia es una etapa crucial, y en ocasiones compleja, para desarrollar las habilidades que permiten navegar por la vida con confianza y bienestar. Y no hablamos sólo de notas, éxito académico o habilidades deportivas. Un reciente estudio de la Universidad de Harvard ha identificado cuáles son las competencias humanas que, bien trabajadas en la adolescencia, permiten construir una personalidad sólida y una vida plena en la edad adulta.
Más allá de las notas y los logros académicos, un reciente estudio ha encontrado las competencias que preparan a los adolescentes para enfrentarse, con éxito y bienestar, a los desafíos de la vida adulta.
Fuente: El Debate
La adolescencia es una etapa crucial, y en ocasiones compleja, para desarrollar las habilidades que permiten navegar por la vida con confianza y bienestar. Y no hablamos sólo de notas, éxito académico o habilidades deportivas. Un reciente estudio de la Universidad de Harvard ha identificado cuáles son las competencias humanas que, bien trabajadas en la adolescencia, permiten construir una personalidad sólida y una vida plena en la edad adulta.
El análisis, dirigido por la doctora Claire McCarthy, pediatra y editora senior de Harvard Health Publishing, señala que más allá de las calificaciones y de las actividades extracurriculares, es fundamental que los adolescentes desarrollen cinco habilidades ejecutivas que les ayuden a enfrentar los desafíos inevitables de la vida:
1. Planificación: metas y estrategias
La capacidad de planificar implica establecer objetivos y trazar un camino para alcanzarlos. La doctora McCarthy sugiere a los padres que eviten «microgestionar» la vida de sus hijos adolescentes y, en su lugar, establezcan reglas básicas que les permitan desarrollar su propia capacidad de organización y toma de decisiones.
Involucrar a los adolescentes en la planificación de actividades familiares o fijar metas concretas y proyectos personales puede fortalecer esta habilidad.
2. Enfoque: cultivar la atención
En un mundo lleno de distracciones digitales, mantener la concentración y focalizar la atención es uno de los mayores desafíos para las nuevas generaciones.
Fomentar actividades que requieran atención sostenida, como la lectura o la práctica de un instrumento musical, puede ayudar a los adolescentes a mejorar su capacidad de enfoque. Establecer rutinas y espacios libres de dispositivos durante ciertas horas del día también es beneficioso.
3. Autocontrol: gestionando emociones
El autocontrol es esencial para manejar las emociones y comportamientos en situaciones estresantes. La doctora McCarthy enfatiza la importancia de que los adolescentes aprendan a regular sus respuestas emocionales, lo que puede lograrse a través de técnicas como la respiración profunda, la reflexión antes de actuar y la meditación.
4. Conciencia: entender el entorno y a uno mismo
Desarrollar la conciencia implica no sólo estar atento a lo que sucede alrededor, sino también comprender cómo uno encaja en diferentes contextos sociales, tener pensamiento crítico, y saber distinguir el bien del mal, y rechazando lo segundo y abrazando lo primero, aunque a veces cueste.
Fomentar conversaciones sobre experiencias y emociones diarias ayuda a los adolescentes a desarrollar una mayor empatía y comprensión de sí mismos y de los demás.
5. Flexibilidad: adaptarse al cambio
La vida está llena de cambios inesperados, y la capacidad de adaptarse es crucial, especialmente en este momento histórico marcado por los avances tecnológicos.
La doctora McCarthy recomienda que los padres alienten a sus hijos a ver los desafíos como oportunidades, y que traten de mantener una mentalidad abierta y resolutiva, con la disposición a ajustar planes cuando sea necesario.
Bola extra: la trascendencia
Aunque el estudio de Harvard sólo lo deja entrever, ante un futuro marcado por el paradigma tecnocrático y la irrupción de la Inteligencia Artificial, ahonda en la naturaleza humana y en la apertura a la trascendencia, a través de la conexión espiritual con Dios, tanto personal como comunitaria, serán elementos capaces de marcar la diferencia para una vida plena en el futuro.
Fomentar estas habilidades en los adolescentes no sólo les prepara para enfrentar los desafíos de la vida adulta, sino que también contribuye a su bienestar emocional en el presente y al verdadero éxito vital a largo plazo.