Cómo decir NO a los niños para que lo entiendan y nos hagan caso

No cojas eso, no te subas ahí, no rompas el juguete, no hables así, no corras, no comas con las manos, no cruces la calle, no te manches… ¿Has pensado la cantidad de veces al día que usas la negación en tus frases cuando te diriges a tu hijo o hija? Y seguro que también has pensado por qué tu hijo o tu hija no te hace caso… Pues bien, te voy a explicar cómo decir no a los niños para que lo entiendan y, por lo tanto, nos hagan caso.

Para ello, hay que comprender lo que pasa por la cabeza de los niños y tener en cuenta una serie de orientaciones que ayuden con eso de los límites y, en definitiva, con la comunicación con nuestros hijos e hijas.

Fuente: Guiainfantil.com

Nuestra cabeza, nuestra mente, piensa en imágenes. Y bien sabemos que el ‘sí’ y el ‘no‘ no las asociamos a ninguna imagen concreta, por lo tanto, a los niños les es realmente difícil de interiorizar y, por lo tanto, de cumplir.

Podéis hacer la prueba con vosotros mismos: basta que nos digan ‘NO pienses en un elefante rosa’ y, por lo general, la imagen de ese elefante rosa aparecerá en nuestra cabeza, ya que nuestro cerebro de alguna manera elimina el ‘no’ y únicamente se queda con el mensaje ‘elefante rosa’ y, por lo tanto, será lo que aparezca en nuestro cerebro.

Pues esto mismo es lo que ocurre en la cabeza de nuestros hijos, cuando les decimos ‘no corras’, ellos se quedan únicamente con la acción de correr obedecerán en la mayoría de los casos cuando nos vean enfurecidos, gritando o haciendo gestos que les llamen la atención.

Consejos para usar un lenguaje más positivo con los hijos

 

Aquí os dejo algunos ejemplos por si queréis llevarlos a vuestra vida diaria:

1. En una situación en la que nuestro hijo o hija tiene un tono de voz muy alto, en vez de decir ‘no grites’, podemos decir ‘habla más bajo, por favor‘ o ‘si chillas me es complicado escucharte’.

2. Por ejemplo, cuando vamos por la calle y el niño echa a correr, en vez de decir ‘no corras’, podemos decir ‘anda más despacio‘ o ‘me gustaría que fueras de mi mano’ o ‘ve andando a mi ritmo para que podamos ir juntos’ o ‘presta mucha atención si vas a ir corriendo’.

3. Cuando estamos en casa, en vez de decir ‘no saltes en el sofá’, podemos decir ‘el sofá es para estar sentado o tumbado‘ o ‘cuida el sofá y así nos durará mucho tiempo’.

4. El momento de la comida en algunas ocasiones se puede volver tenso o complicado, ya que están aprendiendo y queremos que lo hagan como nosotros queremos, por lo tanto, en vez de decir ‘no comas con las manos’, podemos decir ‘utiliza el tenedor, cariño’.

5. Cuando estamos en casa o incluso en una casa ajena, muchas veces nos ocupamos y preocupamos porque no toquen nada, algo muy muy complicado para un pequeño. Por lo tanto, en vez de decir ‘no cojas eso‘ o ‘no toques eso’, podemos decir ‘te pido que dejes ese jarrón en su sitio’ o ‘es necesario que esa caja está en la estantería, si quieres verla, yo te la muestro’.

Como veis, hay muchas maneras de hablar de forma positiva y de convertir ese no, de transformar ese límite, en una frase positiva que además ofrece un plan B en muchos casos. Mamis, papis y docentes, os animo a que hagáis una revisión de vuestro lenguaje, ya que el lenguaje crea realidades y de esta manera, será más consciente.

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