NUEVA YORK, 27 de marzo (C-Fam) Aun cuando muchos países lidian con la disminución de la fertilidad, el envejecimiento de la población e incluso la pérdida de población, los defensores del control demográfico pretenden utilizar una próxima conferencia de la ONU para convertir la reducción de la fertilidad en prioridad de la ONU para el futuro inmediato.
Una comisión de la ONU se reunirá en abril para debatir las implicancias de la «dinámica de la población» en el nuevo plan de desarrollo mundial que los líderes del mundo lanzarán en septiembre.
Años atrás, la Comisión de Población y Desarrollo (CPD) promovió la anticoncepción en regiones de África y del sudeste asiático con alto nivel de fertilidad. El proyecto de resolución de este año parece repetir ese abordaje.
Menciona los «beneficios potenciales de desarrollo que supone la reducción de la fecundidad» y se refiere a la posibilidad de un muy elogiado «dividendo demográfico» a partir de tasas de nacimiento más bajas. Exige inversiones en salud sexual y reproductiva y derechos reproductivos en muchos párrafos y advierte sobre poblaciones jóvenes en aumento.
Entretanto, el documento ignora la creciente crisis de poblaciones que envejecen en países con fertilidad por debajo del nivel de reemplazo y pasa por alto los nuevos desafíos que enfrentan los países que se están envejeciendo antes de haber tenido alguna vez la oportunidad de desarrollarse.
El Fondo de Población de la ONU (UNFPA, por sus siglas en inglés), que ejerce influencia de manera desproporcionada con su presupuesto de mil millones de dólares, presiona activamente a los gobiernos antes de que sesione la comisión cada año.
En un viaje reciente a Japón, se preguntó al director del UNFPA qué pensaba de la nación más envejecida del mundo.
«Creo que es importante que lo que Japón ha hecho y logrado no sea visto como negativo», afirmó el dr. Babatunde Osotimehin.
«Debería verse como positivo en términos de cómo se hicieron las inversiones adecuadas cómo la democratización y la buena gobernanza han permitido a las personas llegar donde están».
Osotimehin se refirió a Japón en términos de «laboratorio» para analizar estrategias tendientes a administrar una población que envejece. Pero los riesgos son mayores que la simple experimentación. Los países pobres donde los servicios sociales ya están con exceso de demanda o casi no existen están especialmente preocupados de no poder revertir los efectos de décadas de rápido descenso de la fertilidad.
Según Kaja Jurczynska de Population Action International, una sociedad que envejece es un «caso humano exitoso» en el que la mejora en la atención de la salud reduce las muertes evitables y aumenta la expectativa de vida.
Este optimismo ignora otra fuerza que eleva la edad promedio, es decir, la reducción de la fecundidad, que durante mucho tiempo ha sido el eje de la política demográfica de la ONU.
El proyecto de resolución insta a los gobiernos a hacer frente al envejecimiento, pero no expone los riesgos de comunidades que envejecen rápidamente, como ser la insuficiencia de cuidadores para ancianos sin hijos, poblaciones activas decrecientes y cuestiones de seguridad nacional.
Dados los potenciales daños y beneficios asimétricos de la reducción de la fertilidad, es importante preguntarse si la reducción de la tasa de nacimientos puede revertirse cuando la fertilidad se desploma por debajo del nivel de reemplazo.
En un foro de 2011 patrocinado por el UNFPA en Tailandia, el profesor japonés Noriko Tsuya advirtió a los funcionarios que «una vez que comienza el descenso demográfico, no puedes simplemente detenerlo así de fácil». El representante del UNFPA Najib Assifi manifestó su inquietud ante el hecho de que el rápido crecimiento económico de Tailandia pudiera ser debilitado por la precipitada disminución de su tasa de natalidad: «¿Quién hará funcionar las fábricas en el futuro?».
A medida que comienzan los preparativos para la conferencia, la atención se centra en África, donde la fertilidad permanece alta.
La semana pasada, el UNFPA ofreció un retiro para delegados africanos que trabajan en asuntos de desarrollo a fin de convencerles de que apoyen el abordaje del UNFPA para las políticas demográficas centrado en la anticoncepción.
Un delegado se tomó a broma los esfuerzos por lograr que los africanos se embarquen en una agenda de control demográfico. «Piensan que escucharemos al dr. Osotimehin porque es uno de nosotros», dijo. Osotimehin es nigeriano y padre de cinco hijos.
Traducido por Luciana María Palazzo de Castellano