La semana pasada estuve en la 17 WIN Global Conference (Women International Networking) que este año tuvo lugar en Berlín. Allí recibí el “Women Inspiring Women Worldwide” Award 2014, que se otorga a mujeres que representen los tres valores de WIN (globalidad, femeninidad y autenticidad) por el apoyo y promoción del liderazgo de mujeres en la empresa y en la sociedad. Las otras nominadas fueron Karen Tse, CEO y fundadora de International Bridges to Justice y Anita Pratap, Periodista, directora de cine y escritora de best-sellers y galardonada por la CNN.
La conferencia tuvo ponentes muy interesantes. En la mesa redonda que tuve el placer de moderar, estaba Ian Hudson, Presidente de EMEA Dupont, Angelika Gifford, Vicepresidente de HP, Nia Joynson Romanzina, Directora Global de Diversidad & Inclusión de Swiss Re, Stefan Doboczky, miembro del Consejo de Administración de Royal DSM, y Avivah Wittenberg-Cox, CEO de 20-first y autora del best-seller: “Why women mean business”.
Ian comentó que en una empresa como Dupont con 200 años de antigüedad y en 90 países, se ha visto como la ciencia ha ido ayudando a resolver los problemas del mundo. En cuanto a la participación de las mujeres, comentó que es importante liderar el cambio, tener una cultura inclusiva y medir los avances para evolucionar. Acabó su exposición con un consejo: Cada mañana tenemos que levantarnos acordándonos de usar mucho SOAP (jabón en inglés), acrónimo de “Stamina, Optimismo, Autenticidad y Persistencia”.
Angelika consideró que la tecnología es el “key driver”, la llave, para la economía global, y también para el avance de la mujer, la prueba es que actualmente nos pasamos 6 y horas y media al día delante de las pantallas. Aun así no debemos perder de vista que los clientes y consumidores quieren dialogar personalmente, hay que hacer cada vez más “mass customization” es decir, personalizar los productos y, para el teletrabajo, hay que poner personas con las competencias adecuadas. Comentó también la importancia de gestionar las diferentes generaciones en el trabajo: la generación del 45 (veteranos), de los 60 (babyboomers) de los 80 (generación X) de los 2000 (generación Y) y los “nexters” que van a venir a partir de 2020.
Nia subrayó la importancia de construir confianza entre los miembros de la organización, aunque sea difícil de medir. Consideró que hay una gran diversidad visible e invisible, en la fuerza laboral, y que debemos construir una cultura inclusiva. Recordó que inclusión empieza por “I” (yo en inglés).
Stefan comentó que su empresa tiene 100 años de antigüedad y 24.000 empleados, y que para cambiar los paradigmas y creencias hay que experimentar. Para el avance de la mujer en la empresa, hay que ir más allá de los Consejos de Administración. La colaboración entre el sector privado, ONGs y políticos es la clave. Hay que recibir y escuchar a todos los “stakeholders”.
Precisamente estando en Berlín me enteré del revuelo mediático causado por las declaraciones de la Presidenta del Círculo de Empresarios Mónica de Oriol, ante empresarios latinoamericanos en el CEAL, sobre la carga para las empresas españolas de contratar mujeres en edad fértil. La ley actual española permite reducir la jornada a padres y madres durante los 12 primeros años de vida de su hijo. Lo más relevante es que obliga al empresario a no despedir al trabajador o trabajadora durante esos años, una vez pedida la reducción de jornada. El despido en ese caso sería nulo.
Este blindaje hecho para proteger de los despidos a los trabajadores con personas dependientes, tiene un efecto boomerang perverso, ya que estadísticamente son madres las que se acogen a estos privilegios legales (34% de mujeres frente a 0,1% de hombres) y esto hace que los empresarios prefieran contratar sólo a hombres o mujeres ya fuera de la edad fértil. Aquí tenéis el artículo que escribimos con Esther Jiménez en Expansión sobre el tema, así como la intervención de la presidenta del Círculo de Empresarios que tanta polvareda ha levantado.