Los 12 indicadores del fracaso escolar en España

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Bajo nivel socioeconómico; excesiva utilización de videoconsolas, internet y ordenadores, pero también no tocar nunca el PC; dedicar poco tiempo a hacer los deberes o llegar tarde a clase; no elegir bien el centro escolar; convivir con un solo padre biológico; y nacer a final de año, son algunas de las causas. Además, ellos fracasan más que ellas.
El pasado viernes, 30 de enero, informábamos sobre los efectos de la desequilibrada estructura escolar española, que, entre otras cuestiones, dejaba constancia de que España lidera el abandono escolar temprano en la UE, con un 23,5%, según el último informe de la OCDE sobre el sistema educativo en los países que conforman esta organización, el ‘Panorama de la Educación. Indicadores de la OCDE 2014‘.

 

Pero, ¿a qué se debe este alto porcentaje de fracaso escolar?, ¿cuáles son las causas del mismo? El estudio Los orígenes del fracaso escolar en España. Un estudio empírico‘, elaborado por Juan Jesús Fernández González y Juan Carlos Rodríguez Pérez, nos da algunas pistas sobre los principales indicadores del abandono escolar por parte de los estudiantes españoles.

 

El trabajo de estos dos expertos “examina los determinantes individuales del fracaso escolar en España mediante una estrategia cuantitativa, pero orientada teóricamente, analizando el papel de seis condicionantes socioestructurales y poniendo a prueba la teoría del capital humano y la del capital cultural”, señalan en el informe.

 

Entre esas causas cabe destacar el bajo nivel socioeconómico; la excesiva utilización de videoconsolas, internet y ordenadores; aunque también no tocar nunca el PC; dedicar poco tiempo a hacer los deberes o llegar tarde a clase; no elegir bien el centro escolar; convivir con un solo padre biológico; o nacer a final de año. Además, ellos fracasan más que ellas.

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Los 12 indicadores

 

1. Nivel socioeconómico. Según el estudio, “los estudiantes de mayor nivel socioeconómico repiten menos”. O, lo que es lo mismo, los alumnos con menor nivel socioeconómico tienden a fracasar más en los estudios que los anteriores.

 

“Es un de los factores mas poderosos, especialmente en la diferencias extremas”. Y es que “el estatus socioeconómico marca la mayor brecha entre los estudiantes repetidores y los no repetidores. Esto señalaría la necesidad de refuerzos educativos especiales desde una edad muy temprana”.

 

2. Excesiva utilización de videoconsolas o internet. “Los estudiantes que poseen una videoconsola en casa tienden a repetir más. […] De hecho, su mera presencia incrementa la repetición de curso en un 15%”, añade el estudio.

 

Y otro tanto se podría decir de los adolescentes y jóvenes que están “enganchados” a internet, al ordenador o al móvil, según otro estudio en este caso de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), el Institut Català de la Salut y Blanquerna-URL.

 

En ese estudio, uno de los mayores sobre la utilización de los aparatos tecnológicos entre los alumnos de ESO, se destaca que ese “enganche” afecta de forma importante a los resultados escolares de los estudiantes, según informaba La Vanguardia el pasado 29 de enero.

 

Así, los adolescentes que pasan más de tres horas diarias con el ordenador van peor en clase. “Hablamos del tiempo en el que hacen un uso lúdico del ordenador y no un uso educativo”, aclara Raquel Muñoz, autora principal del trabajo. Como ejemplos cita el exceso en consultar el correo electrónico, actualizar el Facebook, colgar una foto en Instagram o comprar algo a través de la red.

 

Cuantas más horas frente al ordenador y menos supervisión de los padres, peores notas. El fracaso escolar llega al 16% entre el alumnado que utiliza el ordenador menos de una hora al día; al 17% en el grupo que está frente a este aparato entre una y dos horas y al 20% de los que “consumen” PC entre dos y tres horas. A partir de las tres horas diarias, el fracaso escolar se dispara y afecta al 29% de alumnos.

 

 

3. No utilizar nunca el PC. Sin embargo, los pocos estudiantes que se sitúan en el otro extremo, es decir que no acceden nunca o muy poco al ordenador, también obtienen peores resultados que los que lo utilizan de forma lúdica pero racional.

 

De hecho, el 27% de los adolescentes que no toca un PC o portátil, que son una minoría, también tiene un rendimiento escolar bajo.

 

Este estudio insiste en la necesidad de que los padres presten atención al uso que sus hijos hacen de las nuevas tecnologías. Cabe recordar que dos tercios de los jóvenes de 15 y 16 años navegan solos y el 62% no tiene normas para acceder a la red.

 

4. No hacer los deberes. Volviendo al estudio de Juan Jesús Fernández y Juan Carlos Rodríguez, se cita como una de las causas del éxito escolar el hecho de que “los estudiantes que dedican más horas a hacer sus deberes repiten menos”. Es decir que en sentido inverso aquellos que tienden a no hacerlos o hacerlos con desgana y sin prestar atención, fracasan más.

 

5. Llegar tarde a clase con asiduidad. También son más propensos a repetir curso que el resto de sus compañeros aquellos que tienen tendencia a llegar tarde a clase, ya que “en general, el comportamiento racional y disciplinado favorece el éxito escolar independientemente de condicionantes sociales”.

 

 

6. Elección del centro escolar. Una incorrecta elección de la escuela es también motivo de fracaso. “Si los padres sopesan racionalmente la elección del centro escolar entre varios tipos de centro, sus hijos repiten menos”, dice el estudio ‘Los orígenes del fracaso escolar en España’.

 

“La elección del centro escolar del alumno debido a motivos religiosos, una buena reputación o su especificidad curricular, determina que la probabilidad de que sus hijos repitan es un 27% menor”, añade.

 

7. La importancia de la educación preescolar. También se cita enb este informe la importancia de que los alumnos hayan “cursado dos o más años de preescolar”, ya que repiten menos.

 

Por tanto, “los estudiantes que no han asistido a preescolar dos años o más tenían una probabilidad de repetir un 25% mayor”, agrega.

 

8. Mejor si eres hijo de profesor. Y otra cuestión menor, porque afecta solo a unos pocos, es que “los hijos de profesores repiten menos Los estudiantes sin un padre profesor tienen una probabilidad de haber repetido un 54% mayor que los estudiantes con algún padre profesor”, señala el estudio.

 

9. Los bienes culturales del hogar. Por otra parte, “los estudiantes de origen social privilegiado reducen su ventaja en la menor repetición de curso cuando se controla (a) por los bienes culturales disponibles en el hogar”.

 

Es decir que “el volumen de la biblioteca en el hogar está inversamente  relacionado con la repetición de curso. Una mayor inclinación hacia la cultura escrita por parte de los padres reduce el riesgo de repetición entre los hijos”, cita los autores del estudio.

 

 

10. Hijos que conviven con un solo padre biológico. Algo a lo que el estudio concede una especial importancia es que “los estudiantes que sólo conviven con uno de sus padres biológicos repiten más”.

 

El informe insiste en que se trata de una “conclusión relevante” y que el estudiante que vive en un hogar monoparental, “que convive con sólo uno de sus progenitores, tiende a repetir más. Su probabilidad es un 29% mayor que la del resto”.

 

11. Nacer a final de año lleva a repetir más. Otra cuestión anecdótica, pero no por ello menos relevante es que si “un alumno nacido en diciembre tiene una probabilidad de haber repetido un 42% mayor que un alumno nacido en enero.

 

12. Relevancia del sexo. Y algo que hace tiempo se ha evidenciado es que ellos fracasan más en los estudios que ellas. “Las alumnas tienden a repetir menos que los alumnos. La probabilidad de que un alumno varón hipotético con valores medios en todas las variables haya repetido es un 51%”.

 

“Los resultados sugieren que parte de la ventaja de las alumnas puede deberse a una mayor disciplina y una actitud más positiva hacia sus obligaciones como estudiante, lo que confirma la idea de que alumnos y alumnas tienen disposiciones educativas dispares”, concluye el estudio.

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