La Información, 26 de enero 2014.</b></a><br><br>27-01-2014<br><br><ahref=”http://www.addthis.com/bookmark.php”onmouseover=”return addthis_open(this, ”, ‘[URL]’, ‘[title]’);”onmouseout=”addthis_close();”onclick=”return addthis_sendto();”><imgsrc=”../images/sm-share-es.gif”border=”0″alt=”Compartir”></a> <astyle=”border:0px”href=”../nos/nos-3502-es.php?print=1″><imgalt=”Imprimir página”src=”../images/sm-print-es.gif”></a><br><br><b>Las familias monoparentales masculinas suponen una “realidad emergente“ en España, motivada, entre otros factores, por una redistribución de los roles familiares y el aumento del número de hombres que deciden solicitar la custodia de sus hijos tras una ruptura conyugal.<b></td></tr><tr><tdclass=”story”colspan=”6″><br>De hecho, entre 2005 y 2010, las familias monoparentales masculinas en España crecieron a un ritmo superior al de sus homólogas femeninas,lo que revela un cambio paulatino de mentalidad en los varones a la hora de vivir su paternidad.<BR>Este cambio de mentalidad a nivel social, cultural y personal tiene su manifestación en el ámbito legal, con el aumento de las custodias compartidas y paternas de los hijos, si bien ese crecimiento se ha ralentizado desde 2011 por la reducción del número de rupturas conyugales durante a la crisis.<BR>Así lo ha expuesto, en una entrevista a Efe, la profesora del Departamento de Sociología y Trabajo Social de la Universidad de Murcia Manuela Avilés Hernández, cuya tesis doctoral “La monoparentalidad masculina: ¿una forma familiar emergente en la sociedad española?“, defendida en la Universidad de Alicante, ha obtenido el premio de la especialidad de Ciencias Políticas y Sociología que convoca el Congreso de los Diputados.<BR>Una las principales conclusiones de su investigación es que empiezan a apreciarse en España los mismos cambios sociales, legales, culturales y familiares que han propiciado en diversos países occidentales -principalmente en los anglosajones, a partir de finales de los años setenta- el incremento de hombres que cuidan de sus hijos sin la presencia en el hogar de la figura materna.<BR>Según Avilés Hernández, las familias monoparentales masculinas han crecido en España un 28 % desde 2005 a 2010. Este incremento ha sido especialmente evidente entre 2006 y 2007, momento en el que se registraron las cifras más elevadas de rupturas conyugales.<BR>En su trabajo concreta que el número de hogares monoparentales masculinos con hijos menores de 25 años en España ha pasado de 123.810 en 2005 a 157.494 en 2010.<BR>Además, en 2011, casi la mitad de los padres monoparentales estaba divorciado o separado (el 43,1%); el 25,8 % era viudo; el 18,1 % estaba soltero, y el 13 %, casado.<BR>Por comunidades autónomas, Canarias, Murcia y Andalucía tienen más familias monoparentales masculinas en proporción al número total de hogares familiares que existen en esas comunidades.<BR>Desde 2011, “momento en que la crisis económica que vive nuestro país se ha hecho especialmente intensa“, comenta, el aumento de este tipo de familias en España se ha ralentizado debido al descenso en el número de rupturas conyugales, ha precisado la profesora.<BR>Por tanto, “se puede afirmar que la monoparentalidad masculina está emergiendo en la sociedad española, pero a un ritmo lento que, con la crisis, se ha reducido“, ha señalado.<BR>A su juicio, “el aumento no será una realidad clara y evidente en nuestro país hasta que finalice dicha crisis y hasta que las rupturas conyugales, sobre todo los divorcios, vuelvan a alcanzar las cifras registradas entre los años 2006 y 2007“.<BR>Una de las causas que han incidido en ese cambio de mentalidad en los varones respecto a la paternidad ha sido lo que Avilés Hernández ha calificado de “redistribución en los roles familiares“: los hombres y las mujeres, sobre todo de las generaciones más jóvenes, comparten sus responsabilidades progenitoras dando lugar a “familias simétricas“.<BR>Dicha convergencia progenitora tiene su repercusión en el ámbito jurídico y suele plasmarse, cuando se produce la ruptura conyugal, en la custodia compartida de los hijos, una figura que, de acuerdo con la legislación nacional, se decreta por mutuo acuerdo, aunque en otras comunidades autónomas, como Aragón o Navarra, se va más allá y el varón la puede solicitar por separado.<BR>Según la profesora, de las 58.864 rupturas conyugales con hijos menores a cargo que se produjeron en 2012, se decretaron 8.598 custodias compartidas, esto es el 14,61 %. Mientras que, en 2007, se contabilizaron 6.958 sobre un total de 71.474 rupturas, el 9,74 %.<