La contundente pérdida de crecimiento económico de Asturias, Murcia, Valencia, Extremadura, Castilla-La Mancha y Andalucía durante la crisis, un lastre para el resto de comunidades.
El impacto de la crisis sobre el crecimiento económico en España ha dejado una huella mucho más profunda en las comunidades del sur que en las del norte. Salvo el caso de Asturias, la comunidad que más ha acusado una contracción de su PIB durante el periodo 2008-2013, el mapa resultante estaría dividido en dos mitades.
De hecho, las comunidades del sur, es decir las que tienen un PIB per cápita más bajo, son al mismo tiempo las que han registrado durante la crisis una mayor contracción de su crecimiento económico.
Así, mientras la media de la contracción del PIB en España fue del 5,96% en el período 2008-2013, Asturias, Murcia y Valencia batieron el récord con un retroceso en el crecimiento económico por encima del 9,5%.
Por detrás de ellas, Extremadura, que sobrepasa ligeramente el -8% de contracción; Castilla-La Mancha, que se acerca a ese porcentaje; y Andalucía, que ronda el -7%.
Y a estas le siguen, todavía por encima de la media española, Aragón, Cantabria y La Rioja, con porcentajes que van desde algo más de -6% a un porcentaje cercano a -7%.
Así se puede constatar en el gráfico que acompaña esta información, reproducido a partir de los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) y la agencia de calificación Fitch, y publicados por el diario La Vanguardia este martes, 10 de marzo.
Cabe citar que aunque la posición de España en el gráfico es correcta, la indicación en rojo del retroceso de su PIB es incorrecta, pues debería llegar hasta el límite de la marca del -6%.
El porqué de las caídas
A la vista de estos datos, cabe preguntarse el porqué de esas contracciones tan acusadas y diferenciadas de otras comunidades de las que han perdido en mayor medida crecimiento económico durante la crisis.
Si empezamos por Asturias, que se sale de la dicotomía norte-sur, la explicación más comprensible es la forma en que ha acusado su desindustrialización, que se ha alargado en el tiempo y la ha hecho padecer con mayor rigor la crisis.
En cuanto a Murcia y Valencia, el impacto de la crisis en relación al estallido de la burbuja inmobiliaria las ha hecho pagar cara su desmedida tendencia a basar el crecimiento, en los años anteriores a 2008, prácticamente solo en el sector de la construcción.
El caso de Extremadura es más difícil de argumentar, ya que a pesar de tener una renta per cápita muy baja y de no haber padecido los efectos de la burbuja inmobiliaria, su caída no tiene una explicación lógica.
En cuanto a Castilla-La Mancha, sí se vio impactada por la crisis inmobiliaria, sobre todo en zonas próximas a Madrid, donde macrourbanizaciones como la de Seseña, el sueño frustrado del constructor Francisco Hernando Contreras, ‘Paco el pocero’, acabaron convertidas en lugares fantasma abandonados y sin futuro.
También Andalucía padeció los efectos de la burbuja inmobiliaria, sobre todo en la costa, y se trata de una comunidad que no encuentra la manera de arrancar económicamente en relación al conjunto de España.
Las menores contracciones
En el otro extremo del gráfico, Navarra es la menos perjudicada, con una contracción acumulada de -3,87%, aunque tanto Navarra como País Vasco se han beneficiado en este periodo del concierto fiscal que rige en ambas comunidades, que ha amortiguado el impacto de la crisis.
Tras Navarra, las mejores posiciones son para Baleares (ligeramente por encima de -4%); Cataluña, Canarias y Galicia (que también superan de forma creciente ese -4%); el mencionado País Vasco y Madrid (rondando el -5%); y Castilla y León (que se acerca al -6%).
Hay que resaltar que los casos de Baleares y Canarias se han visto beneficiados por la industria turística, que ha amortiguado los efectos de la crisis; y otro tanto ha sucedido en Cataluña, donde además se suma una economía más diversificada.
Por su parte, Madrid ha mostrado durante la crisis un comportamiento económico que le ha permitido sortear de alguna manera los efectos de la crisis económica mostrando más protagonismo.
El fracaso de las políticas territoriales
En cualquier caso, a la vista del gráfico, no cabe duda de que las diferentes administraciones no han conseguido romper con esa dicotomía norte-sur en el mapa del crecimiento económico en España; donde Andalucía y Extremadura, a pesar de la gran cantidad de dinero invertido en ellas, siguen sin experimentar un cambio al alza en el crecimiento de su PIB.
Un país que muestra tal incapacidad para paliar los problemas territoriales entre norte y sur, que se aprecian en los datos del INE, no puede remontar de forma óptima los efectos de la crisis, ya que el peso negativo de las comunidades más afectadas gravita sobre el resto de comunidades que funcionan mejor.