La presión fiscal media sobre las rentas del trabajo en los países de la OCDE asciende al 35,9%, según el informe anual Taxing Wages 2014.
En los últimos tres años, la carga fiscal sobre el trabajo ha crecido en 25 de los 34 países de la OCDE. En el aumento han influido la reducción de las desgravaciones fiscales y que una proporción mayor de los ingresos se haya sometido al impuesto.
La progresividad del sistema, es decir, el hecho de que contribuya a una distribución más igualitaria de la renta, ha mejorado para los hogares de bajos ingresos. En cambio, apenas ha habido cambio en la progresividad de los impuestos pagados por los trabajadores solteros sin hijos y por los de ingresos más elevados.
La presión fiscal sobre el trabajo incluye el impuesto sobre la renta y las cotizaciones sociales pagadas por el empleador y por el trabajador, como porcentaje del total de los costes laborales. En este aspecto, la mayor carga sobre el trabajo se da en Bélgica (55,8%), Alemania (49,3%) y Austria (49,1%). En España es del 40,7%, casi cinco puntos por encima de la media de la OCDE. La más baja corresponde a Chile (7%), Nueva Zelanda (16,9%) y México (19,2%).
La presión fiscal sobre el trabajo es un factor importante a la hora de que los empresarios decidan contratar más trabajadores.Aceprensa