- El último informe PISA ahonda por primera vez en la educación relacionada con el género
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La tecnología y la transformación de la escuela
Diario El País.05/03/2015.-
La pregunta fue igual para el medio millón de estudiantes que se examinan con PISA. Se trataba de saber qué trabajo esperan ocupar a los 30 años y hasta qué nivel educativo confían en llegar. Y la respuesta, en casi todos los países, era similar: las chicas tienen más expectativas de futuro que los chicos.
El último informe PISA, presentado en seis ciudades del mundo (Berlín, Tokio, Washington, Londres, París y en Madrid, este mediodía), ahonda por primera vez de forma intensiva en la educación relacionada con el género. Más allá de las diferencias que habitualmente reflejan estos exámenes – ellas obtienen mejores resultados en lectura y ellos en matemáticas- el informe sentencia que “la brecha de género en rendimiento académico no se encuentra determinada por diferencias innatas de capacidad”. Y pide a padres, profesores, políticos y medios de comunicación el apoyo para que unos y otros “sean capaces de desarrollar todo su potencial”.
Para llegar a la conclusión de que las chicas son más ambiciosas respecto al mañana, sistematizaron las respuestas abiertas en una clasificación internacional (ISEI) que determina el prestigio social de determinadas ocupaciones.
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Así, en porcentaje de estudiantes que prevén trabajar como directores o profesionales, las mujeres destacan en todos los países, excepto Alemania – donde están equiparados- o Suiza, donde los chicos están por delante.
El informe de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) incluye una gráfica, con datos de 2006, en la que se observa que, de media, cerca del 60% de las chicas prevén un puesto así frente a un poco menos de la mitad de los chicos. En España, la brecha es mayor, entre el 70% y poco más del 50% [el porcentaje exacto no aparece recogido en la tabla, solo aproximaciones]. A la cabeza de la tabla están Jordania, Turquía, México o Colombia.
Realidad por debajo de las expectativas
La pregunta se hizo en el cuestionario de 2000 y el de 2006 (en 2012, se preguntó a los padres de los estudiantes por sus expectativas con sus hijos en un cuestionario que España no rellenó). El informe sobre género también recoge los resultados de las llamadas encuestas de habilidades de adultos de 2012. Y la comparación arroja que la realidad rebaja la expectación. En 2000, según el trabajo, el 34% de los chicos y el 41% de las chicas esperaban trabajar como directores o profesionales a sus 30. En 2012, solo el 21% de los hombres de 24 a 35 años y el 23% de las mujeres de esas edades ocupaban esos puestos.
El informe añade que las chicas tienen más ambición pero son “poco realistas”.“La transición de la escuela al mundo del trabajo requiere una atención particular”, explica a EL PAÍS Francesca Borgonovi, analista de la OCDE. Y, en este caso, en la búsqueda activa de un empleo, “los chicos se desenvuelven mejor”, añade. Borgonovi ahonda también en otros aspectos del informe para explicar este cambio. “Las chicas tienen poca confianza en sí mismas con las matemáticas y suelen despertar menos expectativas en sus padres y profesores”, añade la analista.
El estudio recomienda a los padres dar el mismo apoyo a sus hijos que a sus hijas en relación con su tragajo escolar o sus aspiraciones profesionales. Y a los profesores que eviten “el posible sesgo de género” al dar las notas a sus alumnos.
Un intento con poco éxito
“Las chicas lo hacen muy bien en la escuela”, dice el informe. En todos los países que participaron en la prueba de 2012, ellas superan a los chicos en la prueba de lectura. La puntuación media de diferencia (38 puntos) es equivalente a un año de clase. Las matemáticas se les dan mejor a los alumnos en 38 de los países que participan en la prueba con una media de 11 puntos más (equivalente a unos tres meses de clase). En ciencias, según el informe, la diferencia es muy pequeña.
Pero en los países de la OCDE en 2012, las mujeres ocupaban una pequeña proporción de graduadas en ingeniería y construcción (28%) o informática (20%). La situación ha cambiado solo levemente desde 2000, pese a las distintas iniciativas para promover la igualdad de género, señala el informe. En 2000 la UE estableció una meta para incrementar el 15% en 2010 la presencia de mujeres en estas carreras pero los progresos “han sido marginales”. Solo en cinco países creció un 10% (República Checa, Alemania Portugal y Eslovaquia). En el resto de países apenas ha crecido un 1%.