La muerte de un ser humano siempre es digna porque la dignidad es connatural”

La dignidad de la persona “es absolutamente intrínseca con la propia naturaleza humana” por lo que hablar de “muerte digna” no esmás que un eufemismo. Dos especialistas en bioética, Justo Aznar e Ignacio Gómez, debate sobre la eutanasia en un vídeo difundido por Enraizados.

Con motivo de casos muy extremos, como el del francés Vincent Lambert, al que los médicos de su hospital querían dejar morir de hambre y sed, los dos académicos consideran varios aspectos referentes a la eutanasia.

Esta “muerte digna” que intentan presentarnos como necesaria y justa no es más que “un eufemismo que nos lleva a considerar que la persona en esas circunstancias, como en otras de la vida, pierde su capacidad de raciocinio, como es el Alzheimer, es quitarle su dignidad cuando la dignidad, como digo, es absolutamente intrínseca con la propia naturaleza humana”, dice Justo Aznar.

Justo Aznar: “nunca se puede legislar generalmente para un caso extremo”

El director también reconoce que “en todas las campañas […] siempre se parte de casos extremos para poder tratar de implementar una legislación general. Yo creo que esto es un error inaceptable, porque nunca se puede legislar generalmente para un caso extremo”, citando como ejemplo la foto del niño refugiado que apareció muerto en una playa.

“Hay otro aspecto que es muy importante comentar, que es la manipulación de la opinión pública a través de los medios de comunicación social, donde actúan sobre un elemento muy importante de nuestra sociedad que es la emotividad, […] es lo que condiciona que la gente piense de una manera o de otra, basta que nos pongan en la televisión unas imágenes duras y muy sensibles y la población se va hacia un lado o va hacia otro”, apunta Ignacio Gómez.

“Cuando llegamos a la vida terminal […] la sociedad dice: en determinadas circunstancias, por ejemplo, un Alzheimer […] o enfermedades terminales con gran sufrimiento […], ese ser humano en esas circunstancias deja de ser persona, por lo tanto, si es una cosa podemos hacer lo que queramos con ella”, incide.

Finalmente, puntualiza Justo Aznar, “creo que hay que distinguir entre muerte digna, la muerte de un ser humano siempre es digna porque la dignidad es connatural con nuestra propia naturaleza, y otro aspecto es la muerte sin dolor […] y en eso están luchando mucho las asociaciones médicas, las instituciones sanitarias…”.

El académico finaliza considerando que “lo que quieren es vendernos una sociedad sin Dios, en considerarnos auto-dioses que nos podremos gobernar, que no sufriremos, que seremos inmortales”.

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