Ellos no son tu propiedad. No te pertenecen. Sencillamente les has dado la vida y, una vez dada, tu solo debes cuidar que se proyecten de manera integral.
Sólo hijos.- tusTres ideas clave sobre las expectativas:
Los hijos no se eligen. Traemos al mundo a personas con unos genes determinados y con una personalidad innata. Con talentos, trastornos, limitaciones y posibilidades. Y eso es lo valioso de ella: lo que la hace diferente. Querer hacer de ellos una versión de nosotros o lo que nosotros no hemos llegado a ser no es ético. Y es dañino.
Aceptarles como son implica ver sus talentos y proponerles retos, animarles a trazarse sus propias expectativas y despertar en ellos la necesidad de superarse a sí mismos. Las expectativas enriquecedoras son indispensables pero deben estar bien calibradas, adaptadas al estado evolutivo del momento y ser respetuosas con la naturaleza de los hijos.
Para ello, no es suficiente con que le exijas o que cuentes con unos objetivos claros. Debes prepararte, formarte y mejorar como padre. Debes ofrecerle oportunidades para crecer. Buscar los medios para que ese hijo llegue a ser la mejor versión de sí mismo. Y nunca la mejor versión de tus expectativas.
Mira el vídeo que te adjuntamos. Entenderás de manera intuitiva lo que te queremos decir.