Jesús de Nazareth, siendo la Razón eterna del Padre, vino al mundo como ser humano, de esto no dudamos los cristianos. Por tanto, tuvo una fecha de nacimiento como cualquier ser humano. La tradición ha recogido que el día de su nacimiento fue el 25 de diciembre. Pero, ¿qué tan exacta es esta afirmación? Averigüémoslo con una revisión de algunos datos históricos.
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¿Por qué los cristianos celebran la Navidad el 25 de diciembre?
La pregunta ha causado indagaciones exhaustivas y minuciosas, a pesar de las cuales hay todavía mucha inseguridad sobre el día exacto en que nació Jesucristo. Esto se debe fundamentalmente a que en los Evangelios no existe ninguna referencia a la natividad; al hablar de la vida del Mesías, San Lucas, San Marcos, San Juan y San Mateo; no mencionan nunca el día de su nacimiento. Pero la Natividad del Salvador, que es una celebración importante de la cristiandad puede quedar extraviada: alguna fecha es necesario asignarle.
Durante mucho tiempo se hicieron algunas especulaciones. Por ejemplo, los cronógrafos del siglo III daban por hecho que, puesto que la creación del mundo había tenido lugar en el equinoccio de primavera (calculado en aquél tiempo el 25 de marzo), el nacimiento y la muerte de Cristo debían haber ocurrido el mismo día.
Otro intento muy relevante para determinar esta fecha, lo debemos a Dionisio el Exiguo. Él fue el primer hombre en establecer el año en que nació Jesús provocando con eso, por consecuencia, la creación de la era de Cristo, la división del antes y después de Él.
Según Dionisio el Exiguo, Jesús había nacido el 25 de diciembre de 753 AUC (ab urbe condita, es decir, a partir de la fundación de Roma) y la era cristiana había iniciado 6 días después, el 1 de enero de 754 AUC.
Sin embargo, los evangelios no dejan lugar a duda de que Jesucristo nació en los días finales de la vida de Herodes, quien muere en 750 AUC, esto es, cuatro años antes de los que indica Dionisio el Exiguo. Esta es la razón por la que Jesús nació en realidad en el 4 a.C.
A Dionisio, en todo caso, se debe la invención de la era cristiana, por lo menos hasta el siglo IV la celebración era realizada el 6 de enero. Esto los sabemos debido a que la primera referencia que conocemos sobre el festejo de la Navidad, que aparece en el Almanaque Romano de 354, nos indica que la Navidad ya se celebraba en el año 336 en Roma.
¿Por qué entonces cambia esta fecha por el 25 de diciembre?
La Iglesia romana descubre alarmada que el rito solar de los paganos es festejado todavía, y con mayor júbilo. Este rito que se celebraba el 25 de diciembre, día en que según sus cálculos ocurría el solsticio de invierno, habría cobrado auge y arraigo debido a un acontecimiento: el culto solar obtiene consagración oficial en 274 por el emperador Aureliano, quien además le construye un fastuoso templo.
Poco después, el último César pagano, Juliano el Apóstata, deja un discurso en el que justifica al culto al astro rey, del que, por otra parte, se consideraba su hijo espiritual. Aureliano, años antes, inclusive había establecido ya la fiesta de este dios, precisamente en el solsticio de invierno, es decir, y según la astronomía de su tiempo, el 25 de diciembre.
Esta política religiosa de los dirigentes romanos causó, como había de esperarlo, que el ritual solar tomara fuerza. En realidad, aunque la mitad de la población romana simpatizaba con el cristianismo, había todavía un núcleo pagano muy resistente que mantenía sus costumbres rituales con verdadero apego. La Iglesia romana decide entonces invertir las fechas de sus celebraciones a partir del 354 en Roma y de 357 en Antioquía, la Navidad pasa a conmemorarse el 25 de diciembre y el 6 de enero, la fecha anterior de la Natividad, pasa a ser ahora el día de la Epifanía.
Esta decisión coincide además con otro hecho: en ese momento estaba ya en el poder Constantino emperador romano que en el 312 se había convertido al cristianismo. Constantino hace que el 25 de diciembre, que antes era el Dies Invicti Solis, se convirtiera en el Natalis Dies.
Esta fecha, a diferencia de otras celebraciones como la Pascua y el Pentecostés, es una fecha inamovible, fija, ya que su determinación se basa en el calendario solar.
La Navidad, así, viene a ser la versión cristiana del festival romano del solsticio del invierno. Por lo demás, esta medida resulta ser una maniobra política certera: el paganismo recibe una herida de muerte.
Con el establecimiento de la Navidad el 25 de diciembre, queda estipulado también que la Epifanía se festejaría el 6 de enero, 12 días después de la Navidad. Las celebraciones cristianas del nacimiento son fechas fijas; las realizadas con motivo de la crucifixión son movibles; las primeras son solares, las segundas lunares.
Al parecer la Epifanía tuvo su origen en otra fiesta que se hacía en Alejandría en honor de un dios solar. Esta celebración se realizaba el 6 de enero porque, de acuerdo con el calendario juliano, esa fecha correspondía al solsticio egipcio del segundo milenio antes de Cristo.
Muy pronto la Iglesia de Oriente como de Occidente, festejaba una y otra celebraciones.
Todo esto explica el carácter dual del calendario cristiano y los criterios con que se han fijado las fechas importantes de la liturgia. Ambos casos han provocado que el ritual cristiano tenga múltiples variantes.
Tomado de: RUIZ, ALVAREZ. Mercedes ” El calendario cristiano” en Historia de los costumbres y tradiciones navideñas en México, Ed. Minos Tercer Milenio, (2010), Ciudad de México, pp. 18-22
Investigaciones acerca de la fecha exacta del nacimiento de Jesús
El relato de Lucas, en el primer capítulo de su evangelio, declara que Zacarías pertenecía a la clase de Abías y servía en el templo según el orden de su clase (Lucas 1:5,8). La fecha del año correspondiente a esta clase era el octavo en orden, de acuerdo a 1º Crónicas 24:10. Es decir, entre el 27 de Iyar y el 5 de Siván, que en nuestro calendario equivalen a la semana del 1 al 8 de junio. Después de esta semana, Zacarías debió quedarse a ministrar por siete días más porque era obligación de todos los sacerdotes prestar servicio conjunto en las grandes fiestas religiosas (Pentecostés en este caso).
Cuando cumplió su ministerio volvió a su casa, distante 45 kilómetros al sur de Jerusalén, en las montañas de Judea, Y SU ESPOSA CONCIBIÓ (Lea Lucas 1: 23-24). Según estos antecedentes, Juan fue engendrado a mediados del mes de junio, entre el 16 y19 del mismo; por lo tanto nació nueve meses después, a mediados del mes de marzo.
Sabemos que Jesús era menor que Juan en seis meses (vea Lucas 1: 26,36). Si añadimos seis meses a contar de marzo, veremos que la fecha del nacimiento de Jesús corresponde a mediados del mes de septiembre (entre el 16 y 19), fecha que está en consonancia con el relato bíblico de los pastores y sus rebaños en el campo, porque evidentemente no era invierno, si no comienzos del otoño en el hemisferio septentrional.Fuente: Encuentra.com