Observatorio de bioética ICV.-
El 52.7% de los mayores de 80 años eutanasiados no habían pedido morir así.
La eutanasia fue legalizada en Bélgica en 2002. En este país la eutanasia se define como “la terminación intencionada de la vida de un paciente por un médico a petición del propio paciente”, por lo que únicamente la eutanasia voluntaria puede llevarse a cabo legalmente en Bélgica (J Med Ethics 41; 625-629, 2015). Sin embargo, no siempre se cumple éste requisito legal de la voluntariedad.
Así, en un estudio llevado a cabo en 1996 en Flandes se pudo comprobar que el 3.3% de los casos de eutanasia se habría practicado ésta sin la preceptiva petición del paciente. Es decir se trataba de eutanasia involuntaria.
En otro estudio, también realizado en Flandes, se comprobó que se habrían producido 1796 casos de eutanasia involuntaria (3.2%).
En otro estudio más reciente de 2007, se comprobó que el porcentaje de eutanasias involuntarias, no pedidas por el paciente, fue del 1.8% y en otro de 2013 de 1.7%.
Sin embargo, y esto nos parece importante en los pacientes de 80 años o más, el porcentaje de eutanasias involuntarias, no pedidas por el paciente, se elevó al 52.7%, y en aquellos con enfermedades distintas al cáncer llego hasta el 67.5% y hasta en un 77.9% de los casos de eutanasia no se discutió ésta con el paciente (J Med Ethics 41; 625-629,2015).
Datos estos que nos parecen muy preocupantes y que confirman hasta qué punto cuando la eutanasia se legaliza en un país puede abrir la puerta a una “pendiente resbaladiza” que puede terminar en la eutanasia involuntaria.