Los gobiernos occidentales están siguiendo de cerca los posibles abusos de las empresas farmacéuticas alentados por el temor justificado a los posibles efectos de la pandemia, ahora en plena vigencia en los países occidentales.
A este respecto, el pasado lunes los funcionarios federales adoptaron medidas severas contra las empresas que ofrecían la venta de medicamentos que reclaman prevenir, tratar o curar el coronavirus.
Productos ilegales de Coronavirus
El siguiente extracto, interesante desde una perspectiva bioética, es de un artículo publicado en The Washington Post:
«La Administración de Alimentos y Medicamentos y la Comisión Federal de Comercio enviaron cartas de advertencia a siete empresas acusándolas de comercializar drogas ilegales, no aprobadas y hacer afirmaciones engañosas o científicamente no respaldadas. Fue la primera vez que las agencias tomaron esa medida en los que se trataba de productos para el coronavirus». Los productos específicos incluyen tés, aceites esenciales y plata coloidal.
Los funcionarios federales dejaron claro que «no hay cura ni tratamiento para la medicina-19» «Los tratamientos y vacunas están en las primeras etapas del desarrollo y no han sido completamente probados para la seguridad y la eficacia. El único tratamiento disponible es la atención de apoyo, como proporcionar oxígeno a las personas que tienen problemas para respirar». (leer más AQUI).
Desde un punto de vista bioético, las severas advertencias enviadas a las empresas por las agencias estadounidenses preservan la confianza de la opinión púbica en el sistema de atención de la salud.