Acusado de estornudar en los pasillos del Congreso, el partido socialista ha pedido la recusación del ministro de Educación, Ignacio Wert, por no haber tenido el cuidado de alejarse antes de la señora Rodríguez (Soraya), portavoz parlamentaria del PSOE, que caminaba a su lado. La señora portavoz acusó inmediatamente al ministro de un deliberado intento de contagiarle el virus de la gripe. “La actitud del señor Wert –ha declarado la señora Rodríguez- supone un intolerable acoso a los miembros de la leal oposición que no estamos dispuestos a consentir”.
En una rueda de prensa convocada con urgencia, la portavoz socialista añadió que si bien es verdad que todavía no se ha analizado el tipo de virus expandido por el ministro, para ella era evidente que se trataba de un virus agresivo “porque ya he empezado a sentir un desagradable cosquilleo en la nariz”. “Vamos a ir hasta las últimas consecuencias y esto quiere decir que llevaremos el caso al Tribunal Constitucional si es preciso. Y cuando gobernemos –que será antes de que termine la presente legislatura, precisó- no solo derogaremos la nueva Ley de Educación que nos ha impuesto la derecha, sino que prohibiremos al señor Wert el acceso a este Congreso, si es que resulta elegido diputado, para garantizar así la defensa de la igualdad sanitaria”.
Durante la citada rueda de prensa, un periodista desconocido –al parecer era la primera vez que pisaba el Congreso- preguntó a la señora Rodríguez si su iniciativa no suponía una maniobra para que el PP no plantease la formación de una comisión investigadora de los supuestos casos de corrupción de UGT, sobre los que el PSOE guarda absoluto silencio. La señora portavoz acusó indignada al periodista de pertenecer a algún medio de la ultraderecha y se negó a responderle. Más tarde, en un corrillo de periodistas afines, pidió el nombre del periodista en cuestión. “No se debe admitir en este Parlamento la entrada de periodistas a sueldo de la derecha”, les dijo en tono indignado.
Poco después, la señora Rodríguez no pudo evitar un estruendoso estornudo al tiempo que levantaba una mano para indicar que se estaba cumpliendo lo que temía: que iba a contraer la gripe, por lo que decidió no entrar en el hemiciclo a fin de no contagiar a su jefe de filas, señor Perez Rubalcaba que, en esos momentos, se disponía a acusar al presidente del Gobierno de haber depauperado a los españoles con su política de recortes.
Lo que sí hizo la señora Rodríguez fue enviar un SMS al señor Rubalcaba para informarle de la agresión gripal de la cual había sido objeto por parte del señor Wert. Dando muestras de su capacidad de improvisación, el señor Rubalcaba, la mejor cabeza política de España según don Felipe González, inició su intervención contra Rajoy espetándole: “Resulta indignante que además de recortar los presupuestos de las políticas sociales, su Gobierno trate de ganar dinero privatizando hospitales para que nosotros los socialistas, que solo acudimos a la sanidad pública, no podamos curar las enfermedades que ustedes nos contagian”.
Seguidamente, el señor Rubalcaba, entre los aplausos continuos de toda la oposición, anunció que cuando vuelva a gobernar, nacionalizará la sanidad privada y la banca, suprimirá los colegios concertados, abolirá todas las leyes aprobadas por la mayoría del PP y denunciará los acuerdos con la Santa Sede para que desaparezca de una vez la clase de religión. Y agregó, casi amenazante alzando el dedo índice de su mano izquierda: “Recuperaremos el derecho de la mujer a interrumpir su embarazo cuando le plazca, sin necesidad de certificados médicos ni autorización alguna. Y proseguiremos nuestra vía de progreso humano con la aprobación de una ley de eutanasia ampliándola a los menores de edad, como ha hecho Bélgica. Y se lo advierto para que nadie se llame a engaño: la única ley moral que se aplicará en nuestro país –añadió con voz tronante- será la que se apruebe aquí, en esta Cámara, con el respaldo de toda la izquierda, a través de las leyes que propongamos”.
Seguidamente anunció que en la primera semana de su próximo mandato como presidente del Gobierno “devolveremos a las aulas la Educación para la Ciudadanía, reforzada con un capítulo específico dedicado a la ideología de género así como la practica en clase del sexo en todas sus variantes a partir de la mayoría de edad, que rebajaremos a los doce años. En la España federal que soñamos haremos desaparecer esa denigrante desigualdad que ustedes han impuesto: ¡ya no habrá ni hombres y mujeres, ni hijos e hijas, ni padres y madres, sino entes antropológicos que podrán elegir el sexo que más les guste en el momento que lo deseen!”
Dicho lo cual se tapó la nariz para abortar un estornudo. El virus le había llegado a través del móvil… Posteriormente, todo el arco parlamentario de la izquierda, una vez informados sus portavoces de la agresión sufrida por la señora Rodríguez, tomó la decisión de presentar una moción para ampliar la recusación del señor Wert a todo el Gobierno “por su intento deliberado de contagiar de la gripe a la bancada de la oposición, con el propósito de desviar la atención sobre el “caso Bárcenas”.