Actuall.Una asociación privada para educar a los alumnos de Primaria del País Vasco y Navarra en la aceptación de la transexualidad infantil. Nuestra reportera Tamara García Yuste ha examinado un material didáctico que enseña a abolir las diferencias biológicas entre un niño y una niña, y transmite que hay “chicas con vulva y chicas con pene” del mismo modo que hay “chicos con vulva y chicos con pene”, o que, “a veces también hay genitales que no se parecen ni a un pene ni a una vulva, o que se parecen a ambos” –sea lo que sea que esto signifique.
La doctrina se administra a niños con edades de 6 a 12 años, alumnos de centros públicos. No consta el contraste científico y, en cambio, son evidentes la falta de neutralidad y el sesgo ideológico que inspiran el folleto, producido por Chrysalis, una asociación de familias de menores transexuales.
Los casos de transexualidad infantil merecen todo el cuidado y la dedicación por parte del entorno de los niños; empezando por una correcta identificación de estas excepciones, basada en el criterio profesional de los médicos, y no únicamente en el deseo de los niños o de sus familiares. El caso conocido este lunes de María, una niña de seis años de la Comunidad Valenciana, a la que su familia y su entorno escolar han ayudado a transformarse en una niña en el cuerpo de un niño, muestra la complejidad, las dificultades personales, incluso el sufrimiento, que puede haber detrás de un caso así.
Otra cosa es pretender que las excepciones –un varón se siente mujer, de cada 10.000 a 21.000 hombres, mientras que una mujer se siente varón, de cada 15.456 a 48.096 casos; y aun así, solo el 10% de los casos de transexualidad se da en niños, según los últimos datos epidemiológicos de las Comunidades Autónomas– supriman las diferencias biológicas entre los sexos y reorganicen toda la vida en sociedad alrededor de una mentira. En el debate por los cuartos de baño transgénero, subyace una redefinición del cuerpo humano en contra de los datos de la realidad. Negar la biología no hará iguales a los diferentes y, en cambio, oprimirá a la mayoría con una arbitraria visión del mundo que solo puede prosperar si se impone desde el Estado, y a la fuerza.