“¿Pueden los ricos salvar Europa?” titula Handelsblatt, afirmando que en el seno de la Unión Europea “ha empezado una competición por las ideas más creativas sobre cómo recaudar gravando a ricos y superricos”.
El presidente francés, François Hollande, quiere que quienes perciban más de un millón de euros tributen un 75 %. El presidente español, Mariano Rajoy, conservador, ha subido la tasa impositiva máxima del 45 al 52% para los ingresos anuales que superen los 175.000 euros. En Italia, el multimillonario Berlusconi introdujo ya en 2011 una ‘cotización de solidaridad’ para los salarios más altos.
Y ahora Alemania se plantea, con el líder de la federación sindical DGB a la cabeza, Michael Sommer, si es necesario obligar a los ciudadanos cuyos ingresos superen los 250.000 euros a que compren bonos del Estado para aprovisionar las arcas públicas. Para los expertos, este impuesto aportaría 230.000 millones de euros.
Sin embargo, el diario económico de Düsseldorf concreta que, aunque mucha gente considera que esta medida no le afectaría, en realidad se dirige tanto a los obreros propietarios de sus casas como a los 4,8 millones de dueños de pequeñas y medianas empresas alemanas, que verían cómo dicho impuesto hunde la base económica de sus empresas. Según el Handelsblatt, estas ideas….
pueden satisfacer el sentimiento de justicia […] pero sirven sobre todo como símbolo. En ningún otro país de Europa los ingresos que se recaudan por este motivo superan el 4% del PNB. […] Esto no va totalmente en contra de un tributo impositivo a los ricos. Pero sí contradice la tesis que defiende que ésta sería la manera de resolver la crisis de la deuda.Fuente Presseurop