De nacionalistas y patriotas. José R. Pin profesor del IESE

El Economista.El nacionalismo es excluyente, desprecia lo ajeno; el patriotismo es inclusivo. El patriotismo defiende lo propio como parte de un conjunto mayor al que respeta y admira. El nacionalista busca la identidad por contraposición a lo que hay fuera de su ámbito.

El patriota quiere la síntesis que enriquece sin desprenderse de lo que es propio. El patriotismo puede ser compartido: se es patriota catalán, vasco, valenciano, castellano, gallego, andaluz, extremeño, canario, etc., siendo a la vez patriota español y patriota europeo.

No cabe lo mismo en el nacionalista, que cuando se muestra colaborador es por miedo a perder beneficios de sus relaciones con los demás. Los ingleses del Brexit son nacionalistas británicos, no patriotas, ni ingleses, ni europeos. Por eso, querrían una ruptura pactada en la que sacaran ventajas, manteniendo sus beneficios sin ningún tipo de solidaridad.

El patriota es solidario; ama a su tierra pero sabe que no es de su exclusiva propiedad, que pertenece a todo el género humano y con mayor razón a quienes están en sus aledaños. El patriota ama los símbolos de su patria, y reconoce su pasado histórico con sus éxitos y fracasos, aciertos y errores; es un respeto consciente, en parte emotivo, pero sobre todo racional. No desprecia a los demás, es más, se sabe poseedor de un tesoro que quiere compartir con ellos.

El patriota español festeja el 12 de Octubre con sus luces y sombras; reconoce la gran gesta del Descubrimiento. Eran otros tiempos y los criterios de actuación estaban sujetos a otras coordenadas. Hacer juicios sin tenerlos en cuenta es miopía. Cinco siglos después hay grandes naciones que nacieron de la visión que lo inspiró. Naciones en las que hay patriotas capaces de amarlas, a la vez que reconocen el vínculo de la hispanidad que les dio carácter. Un orgullo que algunos quieren vituperar como si esa no fuera una de las riquezas que los españoles hemos aportado al mundo.

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