Cómo enseñar a los niños a controlar el enfado

La etapa de las rabietas comienza muy pronto, hacia los dos años ya empezamos a ver niños que se tiran al suelo si no consiguen lo que quieren, si no entendemos lo que quieren decir, si ha llegado la hora de volver a casa después de haber estado toda una tarde jugando en el parque o si simplemente, si no se salen con la suya.

En algunos supermercados se repite la típica escena del niño que llora por los caramelos que su madre no quiere comprar.

Parece que conforme el niño va creciendo, las rabietas infantiles deben desaparecer pero a veces aumentan si no hemos sabido enseñar al niño a gestionar sus emociones negativas, a tomar un tiempo para reflexionar sobre los sentimientos que le han llevado a perder el control o simplemente a ser consciente de la capacidad que cada uno tenemos para decidir cambiar el pensamiento que nos lleva a permanecer enfadados por mucho tiempo y lo que ésta emoción nos lleva a hacer: pelear con otros niños, gritar, ofender a compañeros, hablar de forma tirana o exigente a los padres, etc.