Observatoriobioetica.UCV.-Cuando la polémica sobre la producción de bebés-medicamento parece casi superada, pues con la puesta a punto de los bancos de sangre de cordón umbilical, prácticamente se pueden atender las necesidades de trasplante de material hematopoyético que se requieran, la prestigiosa revista Journal of Medical Ethics dedica un volumen especial (Vol.41, del año 2015) a lo que ellos denominan “Saviour Siblings” o niños salvadores.
Lo primero que llama la atención es la semántica del tema, sustituyendo bebes-medicamento por niños salvadores, lo que implica de entrada un sesgo favorable a considerar éticamente aceptable la producción de estos niños.
El debate se centra en valorar los beneficios de la producción de estos niños, si contribuyen al beneficio global de la familia, sin considerar los riesgos que para el niño producido tiene, especialmente en lo que atañe a su cosificación. Es un niño que no nace como consecuencia directa del amor de sus padres, sino como un producto para beneficiar a un tercero, aunque en este caso sea un hermano suyo.
Aunque sí se considera, no se tiene muy en cuenta los riesgos que el diagnóstico genético preimplantacional tiene para el embrión que se analiza y sobre todo no se valora lo que significa la destrucción de los embriones no útiles. Pura eugenesia. Es llamativo que en la literatura científica anglosajona raramente se tenga en cuenta el número de embriones que se pierden en estas prácticas, siempre hermanos desechados del niño que requiere el trasplante.
Otro aspecto que no se tiene en cuenta es la dependencia que al niño producido se le puede crear con respecto a su hermano enfermo, pues siempre será entendido como un remedio terapéutico para él. Esto fue bien tratado en Anie, una película que plantea adecuadamente esta dependencia.
En resumen, como al principio se comentaba, un debate ético que a mi juicio nace muerto, pues el uso de niños medicamento puede ser ventajosamente sustituido por la sangre de cordón umbilical almacenada en los correspondientes bancos.
Además habría que tener en cuenta que en España desde que se aprobó legalmente la producción de bebés-medicamento, de los más de 70 casos solicitados para su aprobación, solamente han nacido 5 de estos niños. ¿No indica esto que tal práctica está superada?