José Javier Esparza
(La Gaceta, 02/10/2013)
Proteger la libertad de conciencia de los cargos electos. Esa es la nueva batalla del movimiento La Manif pour Tous, cuya movilización a favor del matrimonio natural y contra la ley Taubira del matrimonio homosexual ha cambiado el paso de la política francesa.
La batalla legal cuenta con el respaldo de la mayor parte de la opinión pública: un sondeo publicado la semana pasada por el instituto Ifop recogía que el 54% de los franceses son partidarios de crear una cláusula de libertad de conciencia para los alcaldes y sus adjuntos que se nieguen a celebrar matrimonios homosexuales.
Tras la entrada en vigor de la Ley Taubira, han sido muchos los funcionarios que en razón de su conciencia se han negado a oficiar matrimonios entre personas del mismo sexo. El ministro del Interior, Manuel Valls, reaccionó dictando una circular que obligaba a los funcionarios a celebrar esos enlaces so pena de fuertes multas.
Es curioso, porque el propio presidente Hollande había prometido ante el congreso nacional de alcaldes, el año pasado, que respetaría la libertad de conciencia, pero la presión del lobby gay ha sido más fuerte incluso que la promesa presidencial. El hecho, en todo caso, es que esa circular del ministro Valls fue juzgada inconstitucional por los afectados y recurrida ante la Justicia. El pasado 18 de septiembre, el Consejo de Estado apelaba al Consejo Constitucional para que se pronunciara sobre la libertad de conciencia de los alcaldes.
La audiencia del Constitucional tendrá lugar el próximo 8 de octubre. Mientras tanto, esta semana se presentará en el parlamento una proposición de ley para garantizar la libertad de conciencia de los alcaldes.
Por el momento, es cada vez mayor el número de alcaldes que se ha sumado al procedimiento judicial en curso contra el diktat del gobierno socialista francés. Más de 300 “oficiales del Estado civil” (alcaldes, concejales, etc.) han firmado ya el recurso. Pero hay más. El número de cargos electos opuestos al matrimonio homosexual, agrupados en el colectivo “Alcaldes por la infancia”, suma ya 20.148.
Simultáneamente a esto, está circulando desde esta semana una petición popular a favor de la libertad de conciencia de los alcaldes que en muy pocos días ha recabado la asombrosa cifra de 80.000 signatarios, y continua creciendo.
El hecho de que los sondeos de opinión se muestren favorables a la libertad de conciencia (y, por tanto, contrarios a la imposición obligatoria del matrimonio homosexual) ha reforzado las expectativas de los reformistas. Bruno Retailleau, senador de la UMP por la Vendée, y Philippe Gosselin, diputado del mismo partido por La Manche, son los parlamentarios que promueven sendas proposiciones de ley, en el Senado y en la Asamblea, para regular la objeción de conciencia en general y la de los cargos electos en particular.
“Reconocer la libertad de conciencia –explica Geoffroy de Vries, abogado de Alcaldes por la Infancia- no tendrá por efecto impedir o siquiera retrasar un matrimonio, sino que, simplemente, permitirá al alcalde objetor no celebrarlo, siendo sustituido por otro oficial del estado civil o por un representante del prefecto.”
http://www.intereconomia.com/noticias-gaceta/internacional/avanza-objecion-conciencia-%E2%80%98matrimonio%E2%80%99-homosexual-20131002
Para más información, ver el sitio oficial del Colectivo Maires Pour L’Infance pinchando aquí.