Una de las razones que explican que el paro juvenil sea del 52% en España es que uno de cada tres jóvenes españoles abandona los estudios antes de acabar la educación secundaria. La media europea de fracaso escolar afecta a uno de cada cinco jóvenes, según el estudio anual “Educación para todos”, publicado por la UNESCO.
Los alumnos de la FP dual pasarán al menos un tercio del tiempo de formación en empresas
Los autores del informe consideran que “Europa debe formar jóvenes con competencias profesionales adecuadas, con experiencia laboral y con capacidad de adaptarse a las nuevas tecnologías”. Por ello, subrayan la importancia de fomentar las prácticas y pasantías, así como en mejorar la formación profesional, como se ha hecho con éxito en Alemania. Según los cálculos de la UNESCO, cada euro invertido en educación y en competencias profesionales supone un retorno de diez euros para la economía del país inversor.
Con el fin de mejorar la transición entre el mundo educativo y el del trabajo, el Gobierno español acaba de aprobar un real decreto que establece las bases de una formación profesional (FP) dual, a imitación del modelo alemán. Los alumnos de la FP dual pasarán al menos un tercio del tiempo de formación en empresas. Así podrán recibir una mejor preparación práctica, acorde a las necesidades empresariales. Los centros de formación y las empresas firmarán los convenios de colaboración, bajo la supervisión de las consejerías de educación de las Comunidades Autónomas. Hasta el momento, unas quinientas empresas ya se han mostrado dispuestas a participar en la FP dual. La formación profesional convencional seguirá funcionando en paralelo a esta nueva FP.
Para favorecer la empleabilidad de los jóvenes es indispensable dar mayor atractivo a la formación profesional. Mientras que en Austria y Alemania el 71% y el 60%, respectivamente, de los jóvenes de 15-19 años eligen los estudios profesionales, en España solo el 44% escoge este camino.
La tradición del aprendiz alemán
Alemania ha logrado mantener un bajo nivel de desempleo juvenil a pesar de la crisis económica: solo un 8% de los jóvenes alemanes no tienen trabajo; un porcentaje mucho más bajo que en Francia (23%), Reino Unido (21%), Italia (35%) o España (52%).
El modelo dual alemán consiste en la formación de los jóvenes como aprendices en empresas, combinada con clases a tiempo parcial de formación profesional y materias más generales. Este sistema permite a los jóvenes adquirir las destrezas que necesitan para acceder sin problemas al mercado laboral. Está abierto a todos los estudiantes que han completado a los quince años el primer ciclo de educación secundaria; y el periodo formativo dura de dos a tres años y medio.
En Alemania casi el 60% de los jóvenes siguen estudios de formación profesional dual
El 60% de los jóvenes alemanes se apunta a este sistema dual; y el 57% de los que terminan su periodo formativo son contratados inmediatamente por las empresas donde han trabajado como aprendices. Las compañías los consideran empleados, y les pagan un tercio del salario de un trabajador cualificado. Los estudiantes pueden elegir entre 340 ocupaciones: desde peluquería y reparación de vehículos hasta sectores como el de los seguros o los servicios financieros.
Representantes del Gobierno federal alemán, de los estados, de las empresas y de los empleados trabajan juntos para diseñar los planes de estudio y llevar a cabo la evaluación, certificación y control de calidad de este sistema dual. Hay confianza mutua entre ellos, y el compromiso a largo plazo de promover profesionales capacitados. Los empleadores enseñan a los aprendices los conocimientos prácticos que las empresas requieren; pero también les proporcionan las destrezas necesarias para que los jóvenes puedan cambiar de trabajo y crecer profesionalmente.
La economía alemana cuenta con muchas pequeñas y medianas empresas orientadas a la exportación, que necesitan mano de obra muy cualificada. En consecuencia, las pymes alemanas consideran vitales a los aprendices para garantizar su competitividad a largo plazo.
La mayor parte del gasto de la formación recae sobre las empresas, que aportan entre el 60% y el 70% del total.
Suiza y Japón
Con una tasa de paro juvenil del 8,3%, Suiza cuenta con un modelo parecido al alemán, pero basado en tres pilares formativos: la fábrica o lugar de trabajo durante tres o cuatro días a la semana; el centro de formación profesional uno o dos días por semana; y un centro especial o taller donde se imparten cursos de iniciación, generalmente durante tres meses.
Al igual que Suiza, Japón tiene una larga historia en la formación de aprendices. En el sistema japonés también participan los centros educativos y empresas, facilitando unos y otras el acceso de los graduados al mercado laboral. Los centros educativos juegan un papel importante en el proceso de selección, recomendando a los estudiantes para puestos concretos de aprendiz. Esto supone un incentivo para que los jóvenes menos estudiosos se esfuercen más por lograr mejores calificaciones, y aumentar así sus posibilidades de ser recomendado para trabajar en empresas de prestigio.
Francia: contrato de generación
En Francia, el desempleo afecta al 23% de los jóvenes de 15 a 24 años. Para abordarlo, el Gobierno francés ha puesto en marcha una iniciativa, llamada contrato de generación, cuyo objetivo para los próximos cinco años es ayudar a medio millón de jóvenes a encontrar trabajo. El presidente francés, François Hollande, quiere incentivar a las empresas a que contraten a jóvenes menores de 25 años, y que estos estén acompañados por un empleado mayor con experiencia. De este modo, pretende lograr dos objetivos: ayudar a los jóvenes a encontrar trabajo, y que los mayores de más de 55 años estén en activo unos años más antes de jubilarse.
Las empresas con más de 300 empleados estarán obligadas a negociar un contrato de generación colectivo, si no quieren perder algunos de sus beneficios fiscales. En las compañías con menos de 300 empleados, el contrato de generación será voluntario e individualizado, y permitirá a las empresas exenciones en las cotizaciones sociales.
El ministro de Trabajo francés, Michel Sapin, ha pedido a los sindicatos y a la patronal francesa que negocien las condiciones del contrato de generación para que esté listo antes de terminar 2012. La iniciativa podría tener un coste de unos 12.500 millones de euros.
Ayudar a los jóvenes emprendedores
Según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en 2009 81 millones de jóvenes de 15 a 24 años (el 13% del total) no tienen trabajo. Esta organización sugiere tomar dos líneas de actuación para afrontar el problema: ofrecer ventajas e incentivos fiscales a las empresas para que contraten jóvenes; y llevar a cabo programas para ayudar a los jóvenes emprendedores a poner en marcha nuevos negocios.
Estas y otras medidas han sido promovidas con éxito por el Gobierno de Singapur, pequeño país asiático donde el desempleo solo afecta al 5,9% de los jóvenes. Los emprendedores pueden aprovechar los programas públicos de financiación, con apoyos de hasta 50.000 dólares para los jóvenes que pongan en marcha una nueva empresa. El Gobierno pone también a su disposición un programa de tutoría para que empresarios con experiencia asesoren a los jóvenes que ponen en marcha un nuevo negocio.
Francia ha puesto en marcha un “contrato de generación” para incentivar que las empresas contraten a medio millón de jóvenes
Satish Bakhda, director de operaciones de la consultora Rikvin, afirma que “Singapur ofrece el ecosistema adecuado para facilitar a empresarios e inversores crear empresas. Esto, a su vez, genera oportunidades de empleo para los jóvenes”. Según este directivo, en Singapur es fácil hacer negocios, se fomenta el tele-trabajo, hay programas de crédito que premian la productividad y la innovación, y bonificaciones fiscales para las empresas que contratan a jóvenes.
El Gobierno de Singapur también ha puesto en marcha una iniciativa, denominada Career Compass (brújula profesional). Se trata de una guía completa para estudiantes que proporciona información y perspectivas sobre las carreras y habilidades más demandadas por el mercado laboral.
Por su parte, la Agencia de Desarrollo del Trabajo de Singapur y la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas del país asiático desarrollan un programa, llamado Max Talent, para ayudar a las pymes a reclutar y retener a profesionales. Este programa ofrece a los jóvenes información sobre ofertas de empleo en pymes, y asesoramiento para solicitar trabajo en ellas.
Competencias útiles para el trabajo
El informe “Educación para todos” de la UNESCO subraya que una buena educación secundaria es clave para desarrollar las destrezas necesarias que dan acceso a los mejores empleos: “En los países desarrollados, muchos jóvenes no están haciendo una transición adecuada a la educación secundaria que les permita adquirir y desarrollar habilidades básicas. Promover el tipo de destrezas que las empresas demandan será más fácil si los estudiantes trabajan como aprendices, y otros enfoques innovadores” que fomenten en los jóvenes aptitudes y capacidades útiles para la vida real.
Es lo que se pretende ahora en España con la nueva FP dual. Ya ha habido algunos precedentes, según cuenta Actualidad Económica (noviembre 2012). La Comunidad de Madrid tiene este año un programa dual para 750 alumnos en 89 empresas. Seat, en su fábrica de Martorell (Barcelona) adiestra a los alumnos de su escuela de formación, que cobran entre 250 y 530 euros según lo avanzados que vayan en sus estudios. Confebask, la patronal empresarial del País Vasco, fue pionera en 2006 de la FP dual, con un programa en el que participaban 100 empresas, pero que solo dio tiempo a formar a 150 jóvenes, pues la crisis canceló la iniciativa.
Precisamente el aspecto financiero va a ser clave a la hora de poner en práctica la FP dual aprobada por el gobierno. A la empresa le supone un coste añadido, tanto por lo que cobren los alumnos en formación como por los tutores que deberá poner la empresa para atenderlos. Pero después podrán recoger los frutos de contar con un personal preparado.
Fuente:Aceprensa