¿A qué hora vuelvo a casa?

Unos comienzan a salir solos con los amigos, otros deben retormar los horarios rutinarios alterados por el verano. Sepa cómo establecer con sus hijos la hora de regreso a casaLas vacaciones son parar romper todas las rutinas. Y entre ellas los horarios. Por eso muchos padres han flexibilizado las horas de comida, siestas y salidas y entradas de sus hijos durante el verano. Pero ahora se impone volver a retomarlas. Nada fácil para muchos. Sobre todo para los adolescentes que ven cómo se les escapa la libertad del descanso estival.
Retomar los horarios de llegada a casa se va a convertir en una tarea muy complicada para ellos y para sus padres. Pero no hay que dejarlos campar a sus anchas. Los límites deben seguir vigentes. «Una realidad sin límites les crea más ansiedad», afirma Francisco Saborido, jefe del equipo de Familia de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción (FAD).
El horario se adaptará a la edad y madurez del chico
El trabajo primero corresponde a los padres, aconseja Saborido. Hay que concretar un horario acorde con las actividades del hijo (estudios, deporte..) y con un estilo de vida saludable; comunicárselo en el momento oportuno (no cuando esté triste o enfadado), y ser conscientes de las consecuencias y hasta dónde vamos a negociar con él. El horario se adaptará a su edad y madurez (hay chavales que basta con sugerirles una hora de llegada). Y además tener en cuenta las circunstancias espaciales (transportes, lugar de residencia).
Estos son algunos de los consejos de los expertos consultados por ABC Familia para retomar la hora de llegada a casa y para los que empiezan a reclamar cierta libertad en sus salidas:

¿Cómo actuar si llega veinte minutos más tarde?Debe asumir que todo tiene sus consecuencias

Hay que escuchar sus explicaciones (si las hay), pero estas no le eximen de su retraso. Los adolescentes se despistan muchas veces de la hora y otras veces intentan arañar unos minutos más con los amigos. Al día siguiente, hay que hacerle entender que todo tiene sus consecuencias. Y por tanto, en la próxima salida debe llegar antes. Si los retrasos son reiterados: no dejarle salir el fin de semana siguiente.

Si nunca respeta los horarios, llega muy tarde ¿qué hacer?Plantear nuevos retos de superación

Esa conducta se ha ido fraguando poco a poco. Los padres deben preguntarse por qué. Algunas causas pueden ser fallos de los padres. Por ejemplo: fueron cediendo por falta de fortaleza o por comodidad. El problema no se puede resolver en un día. Hay que dialogar con el hijo con argumentos y proponerle el reto de regresar poco a poco al horario inicial, ganando media hora cada noche. Si no funciona: obligarle a levantarse al día siguiente a la hora que debe para dejar libre su habitación. Si así sólo puede dormir cuatro horas, se lo pensará mejor.

¿Se puede flexibilizar el horario en alguna ocasión?Pueden existir excepciones, pero que no se conviertan en rutina.

Los horarios deben ser estables. Ante un contecimiento importante, como un cumpleaños, el horario se puede flexibilizar. Pero hay que tener mucho cuidado, porque los chavales siempre van a intentar convencernos de que cada fin de semana hay una celebración importante. Las excepciones no se deben convertir en rutina.

¿Es conveniente llamarle al móvil para saber dónde está?Los padres deben controlar a los hijos, pero ellos no deben sentirse controlados.

Los adolescentes se deben responsabilizar de llamar a los padres, por tanto hay que evitar hacerles la típica llamada de teléfono preguntando dónde están y con quién. Los chicos tienen que sentir que controlan esas nuevas experiencias. Si han llegado a la hora y en buenas condiciones durante un tiempo, tampoco es necesario fiscalizar porque sienten que no tienen libertad.

¿Debemos pedirle los teléfonos de los otros chicos y de sus padres? Sí, los adolescentes son muy vulnerables y corren riesgos.

Resulta imprescindible. No solo como medida de seguridad, sino también porque muchos intentarán dormir en casa de otro amigo, y eso hay que comprobarlo. Incluso es importante hablar con los padres de los amigos de nuestro hijo y fijar una hora de regreso a casa para todo el grupo. Los chicos siempre nos dirán que sus amigos llegan más tarde. Y es problable que sea mentira.

¿Qué debo tener en cuenta cuando salga de casa?Con quién va, a dónde y cuánto va gastar propios hijos.

Hay que ganarse su confianza. Una manera de estar tranquilos es conociendo a sus amigos, los sitios que frecuenta el grupo, saber en qué ambientes se mueven… Eso ayudará a los padres a conocer los problemas que se pueden encontrar. Un capítulo también importante es el dinero que gastan, hay que limitárselo para que aprendan a valorarlo y no se conviertan en personas consumistas.

¿A qué edad comienzo a negociar el horario de llegada a casa? Sobre los 14-15 años ya están preparados.

A esa edad se les debe exigir que cumplan con una dinámica familiar y a cambio se les respeta las nuevas experiencias. Los pactos deben ser serios y claros, e incluso escribirlos en un documento, explicando las consecuencias de no cumplirlo. Así no hay lugar para ambigüedades (que hay que evitar a toda costa). Es preciso huir del pacto de última hora: no se negocia minutos antes de salir, ni cuando se esté discutiendo ni cuando haya habido un conflicto reciente que no se haya resuelto.

A cada edad, su hora

M. J. P-B. MADRID

Con 14 años: La llegada debe ser a las 21,30h. En ocasiones especiales a las 23 h.

Con 16 años: Hora de llegada a las 22.30. En ocasiones especiales a la una de la madrugada.
Fuente: Abc.-Familia

Con 18 años: Hora de llegada a las 24 h. En ocaciones especiales, a las tres o cuatro de la madrugada.